Marinero 1° Mecánico Electrónico.
Dotación: Destructor Blanco Encalada
Detenido el 6 de agosto de 1973 por sus posiciones constitucionalistas en el Puerto de Valparaíso.
Condenado por sedición y motín a 3 años y un día de cárcel por la Causa Rol N° 3926/73
Purga 3 años y días en diferentes presidios y campos de concentración.
El cable de luz
Dedicado a mis
compañeros
con los cuales compartí
los días de prisión.
Extraño
título para una narración anecdótica, el termino empleado,
en sí mismo es un error técnico, sin embargo como justificación al título,
mencionare que efectivamente y basándose en un hecho real, ocurrido un día
cualquiera mientras permanezco en prisión entre los años 1973-1976…la
experiencia vivida …se transformó para varios de nosotros simplemente en
” el cable de luz”.
A
mi acostumbrado estilo, es decir medio en broma medio en serio, pasare a narrar
esta aventura … he de solicitarle a Ud. estimado lector, que con una
pequeña cuota de imaginación viaje conmigo al pasado, se concentre …y si
no tiene nada más importante que hacer …disfrute de esta historia.!
Enclavada
en uno de los tantos cerros de Valparaíso y a veinte minutos de continuo
y agotador caminar cuesta arriba desde el plan, ( esfuerzo que al ingresar me
evite ) …se encuentra aquella edificación cual gigante caja rectangular ,
pintada de un blanco barato .Rodeada de altos murallones , con vigilantes
incluidos , que se pasean en lo alto las veinticuatro horas del día ,
delatan el objetivo para el que fue construida y que cumple rigurosamente los
trecientos sesenta y cinco días del año.
La
estructura propiamente tal, difícilmente podría encasillarse en algún definido
modelo arquitectónico de relevancia , en todo caso poca o nada importancia
tiene esto último en especial para los que aquí permanecemos . Consta de tres
pisos , por describirla de algún modo..( sin ascensor ) …!lejos está de ser
un hotel !…no solo por la servidumbre que viste uniforme gris oscuro y ”
amenazante garrote “… además por sus ” huéspedes “…que a
diferencia de los verdaderos pasajeros de hotel , no somos quienes decidimos
cuando hacer abandono , tampoco el ” menú”, menos la hora de
llegada, sin embargo debo mencionar que la escuálida alimentación al menos es
gratuita.
El complejo estructural abarca un amplio espacio,
incluyendo entre otros, oficinas de administración, dependencias anexas,
talleres de trabajo, un salón de teatro (jamás vi una película ahí), diferentes
patios, celdas de castigo y la tradicional no menos terrosa cancha de futbol,
en donde la competencia exige que el equipo representativo interno inapelablemente
juegue sus encuentros de ” local “.
La
base central al interior, la constituye un espacio rectangular a modo de ”
patio techado”, en donde a ambos costados a todo lo largo y alto de su extensión
se encuentran las ” habitaciones privadas ” de dos por tres (metros)
… digo ¡privadas! … pues cada una posee una puerta de acceso y una ventana
protegida por acerados barrotes (hasta donde yo sé … nunca nadie intento entrar),
lo que le da un toque de privacidad …! pero de libertad!
En
cada uno de los tres niveles existen aproximadamente treinta y cinco ”
habitaciones ” en cada uno de los costados … (de un ambiente Bueno
!…el ambiente lo ponemos los que allí convivimos …..como Uds. han de
suponer !,por lo general el ambiente es de …! encierro !.En uno de los
extremos del interior se encuentra ubicada la escala de subida a los
pisos segundo y tercero , aclaro que es de subida y bajada …claro es una sola
!..aunque contrariamente a esto último según he sabido más de algún ”
infeliz ” se ha evitado el descenso del tercero por los peldaños y ha
optado por la vía más rápida y violenta que no es otra que lanzándose al vacío
desde las alturas , aterrizando en el concreto no habilitado para tales efectos
….evidentemente con las consecuencias propias que trae consigo un hecho de
esta naturaleza ….! muerte natural !… obvio! … ¡era natural que muriera! después
del tortazo. Aunque en honor a la verdad hay que mencionar que este gesto último,
o … último gesto! es ” una ” de las dos alternativas legales que
existen para abandonar este mugroso lugar.
!
En fin !…siguiendo con lo nuestro , yo habito una de las celdas del tercer
piso , destinadas a los “pp”…( presos políticos )debido a que
muchos de los nuestros ! afortunadamente !ya pertenecen al mundo libre , tengo
la posibilidad de no compartirla .En los inicios de esta trágica incursión ,
dado el alto número de ” disidentes ” del régimen , la cantidad era
tal que debíamos compartir la celda hasta un numero de seis , actualmente
muchos de ellos ya han obtenido la libertad y solo estamos quedando , ! a decir
de nuestros carceleros !….” los más comprometidos “….lo que da
lugar a que por decisión propia , me encuentre sin compañía humana en
esta celda .
Ingresamos
a este ” submundo ” un grupo de marinos a fines de agosto del ’73,
digamos mejor ” ex “…pues para entonces ya no nos cabía duda que de
algún modo la institución estaba tratando de deshacerse de nosotros …(
ya lo había hecho )..y lo que era peor se abría un proceso en contra nuestra
tipificado ” algo así “…como ” incumplimientos de
deberes militares ” recalco ” algo así “, pues nunca ha
estado aclarada ……..y nunca lo estuvo!….nuestra real causa de procesamiento.
Esto ocurrió en los comienzos, pues posterior al ” golpe “, sin
agregar antecedente alguno , la misma acusación paso a ser caratulada de
” sedición frustrada”…en una clara maniobra de que la verdadera y única
razón saliera a la luz pública , que no era otra que denunciar los
intentos golpistas por parte de la oficialidad. Uno de los tantos ”
detalles ” que habla por sí mismo es aquel que proviene de los
representantes de la justicia naval, durante la investigación …en uno de los párrafos
se menciona que : “No consta fehacientemente de ninguno de los antecedentes entregados
por la defensa o las declaraciones presentadas en el proceso ……..la organización
de la oficialidad para derrocar al gobierno “..!!??
Como
se vería después, no solo los altos oficiales de la armada, además los de las
otras ” Ramas ” en coordinación preparaban la cuenta regresiva para
llevar el plan gestado mucho tiempo atrás en contra del gobierno constitucional
y en el cual no estábamos dispuestos a participar. No era solo por cuestión de ética
o moral, incluía además el respeto a la constitución… (del ’25) …en
especial a los artículos tercero y cuarto, aparte del juramento nuestro … al
ingreso de la institución de respetar y proteger el gobierno establecido y sus
leyes .Que es la base principal en la cual nuestra posición siempre se ha sustentado
y que orgullosamente creemos nos llevó a ser rotulados desde el comienzo de la investigación
, como ..” los marinos constitucionalistas ” En resumen digamos que
el proceso consta de varias anomalías jurídicas , entre otras ….la
improcedencia del delito ,….el cambio procesal ,….la defensa dolosa y
limitada …etc. , etc. ,como posteriormente saldría publicado en los
documentos desclasificados de la ” C.I.A “….En resumen todo este
proceso esta acumulado en un montón de páginas que aquí no es el propósito de
comentar.
Fuimos
trasladados a este ” submundo ” desde un cuartel perteneciente a la
Armada, lugar en donde cumplíamos detención preventiva desde los primeros días
de Agosto, para ese entonces ya no solo habíamos sido separados y privados de
nuestros derechos como uniformados , además enviados a celdas de incomunicación,
llamados a declarar a diferentes horas del día o de la noche y en varios
casos…( que aquí no voy a detallar )…sometidos a malos tratos físicos
..menciono esto último para no emplear la palabra ..” tortura “.
Para
cada uno de nosotros, esta situación, mejor dicho esta amarga experiencia es ajena a
toda expectativa que podamos imaginar , todos los que aquí estamos ,
provenimos de familias constituidas en donde hemos recibido patrones de
buen comportamiento , buenas costumbres y nivel educativo de enseñanza media ,
no por nada habíamos postulado , rendido pruebas y finalmente aceptados en la institución , egresando de
las respectivas escuelas matrices con las exigencias propias de estas . Por lo tanto,
no es fácil aceptar el lugar en el que hemos ” aterrizado” … ¡la cárcel!
… lugar otrora destinado comúnmente a los delincuentes (de acuerdo a nuestros
preceptos) … agregando las minadas condiciones físicas y psíquicas
, el panorama no ofrece un futuro muy alentador . Sin embargo contamos
con la tranquilidad de saber que nuestra causa es justa y digna,
basándonos en aquel solemne juramento de ser defensores de la constitución, la
ley y el orden establecido …sin ser poseedores de una bola de cristal al
ingreso a este recinto, los hechos posteriores justificarían plenamente nuestra
postura en relación al eventual, degradante y repulsivo acto de traición por
parte de los altos mandos de las ramas militares que dan origen a la dictadura
.
Este
resumido y breve preámbulo tiene como único objeto traerlos al escenario en
donde esta historia se desarrolla , el proceso , la causa , toda la seriedad
del asunto quedara para los analistas , penalistas , juristas , o cualquiera
que desee indagar en el interior de las páginas que contienen los dos volúmenes
del proceso , desde ya le advierto a quien intente descifrar esta ” madeja
” se va a encontrar que aparte de un centenar de ex uniformados y civiles
, están involucrados el alto mando de las FFAA, los curas , los políticos
, y por supuesto los abogados interpretando a su manera los códigos y cuanta
ley hacen aparecer…..sin mencionar que el gobierno de turno del imperio de Gringolandia
con secretario de estado , el FBI y la CIA
incluidos , están metidos hasta el ” contre ” en este asunto.
No
solo para los internos comunes fue sorpresa que hubiésemos llegado por esos
lados, somos los primeros detenidos políticos (excepto por uno que ya
estaba) …detenidos en democracia, los gendarmes nos miran con extrañeza y
algo de desconfianza , pero seguro sin analizar mayormente el tema , después de
todo para ellos pasamos a constituir un numero más que se suma a los actuales ,
y la rutina debe continuar.
A
poco de andar los días, la resignación se hace parte de nosotros y comenzamos a
integrarnos a la estéril rutina interna, aunque difícil de aceptar, concluimos
que lamentarse no nos aliviara la estadía , en este intercambio de comentarios
y apreciaciones , con la incertidumbre sobre nuestros hombros , por lo general
terminamos cada conversación.
Los
días se suceden uno tras otro…. como fotocopias del original!
…..excepto aquellos en que los familiares tienen acceso a compartir unos
minutos con nosotros ..gendarmes incluidos por los alrededores, los horarios se
cumplen regularmente, lo que se traduce que a las ocho y media de la
mañana la puerta de las celdas es liberada del ” tradicional ”
acerado pestillo con un violento accionar , lo que consecuentemente trae
consigo un ensordecedor ruido en cascada que anuncia ..!”un nuevo amanecer
“!…posteriormente la habitual formación en la cancha de futbol para el
” conteo ” matinal a las nueve ,que por lo general hay que repetir ,
dependemos por lo tanto ya sea de la inesperada ausencia de algún osado que decidió
estar quien sabe dónde, o de la habilidad matemática de nuestros guardianes de
turno para pasar al desayuno .
Una
vez superada la prueba , podemos dedicarnos a diferentes actividades …(
siempre y cuando sean desarrolladas en el interior)….entre las más comunes
puedo mencionar la lectura , trabajos artesanales , escritura diversa , prácticas
de música , charlas , ajedrez u otro juego que en parte nos permita al
menos por un rato abstraernos de tan crítica situación….Como las horas
transcurren sin mayor acción que destacar, resumiré que a las cinco de la
tarde nuevamente estamos dispuestos con nuestra asistencia y
paciencia acostumbrada, a poner a prueba toda la habilidad ” Pitagórica
” del equipo en pleno de Gendarmes , para posteriormente pasar a nuestras
respectivas ” habitaciones ” que luego a las seis , serán cerradas
con la misma ” sutileza ” acostumbrada que ahora en proceso inverso
al de la mañana hará el portero voluntario de turno.
En
cada celda a modo de iluminación existe solo una ampolleta que permite al menos
leer hasta las nueve de la noche, hora que con rigurosidad , de acuerdo a la restricción
de energía es cortada y apagada……! Nunca logre explicarme aquello de la restricción
!…….Si es por el presupuesto carcelario ?…..Por falta de potencia en el
suministro !?……o simplemente para hacernos más miserable la estadía ?…de
cualquier modo estamos destinados a quedar sin luz después de las nueve ,
impidiendo obviamente llevar a cabo una actividad ….al menos que prendamos un
par de velas !…incluso algunos cuentan para la entretención una radio o
televisor , que de nada sirve sin la energía .Sin embargo los pasillos
cuentan con iluminación durante toda la noche por medio de tubos fluorescentes
que fijados a una altura prudente penden a cierta distancia uno de otro a lo
largo del corredor ….lo que no deja de despertar la ” tentación ! como
era de suponer !..en los que somos entendidos algo en materia de cables y
afines en indagar por curiosidad , de ver modo y sin provocar mayores
alteraciones , la posibilidad de efectuar algún tipo de conexión..”
clandestina ” por supuesto !…..Que nos permita burlar la medida
restrictiva y de paso dar ” claridad ” a nuestra oscura existencia.
Lo
primero que hacemos es ubicar la línea del positivo que lleva la energía a los
tubos fluorescentes y conectarnos con un discreto cable haciéndolo pasar por el
espacio superior de la puerta , proceso que tenemos que hacer cada día minutos
antes que comience el cerrado de pestillos , para evitar la curiosidad del
vigilante del tercer piso durante el día , el otro polo , el negativo lo
obtenemos conectándonos a los barrotes de la ventana , que de antemano sabemos
que están unidos a la estructura bien enclavados a tierra, logrando así
cerrar el circuito eléctrico. De este modo logramos astutamente burlar la restricción
y no solo contar con una ampolleta estratégicamente situada en el interior
(para evitar sospechas del exterior)..sino que además agregamos un discreto
enchufe para la radio, …demás esta decir que poco nos duró el truco , ! lo
que fácil viene !…fácil se va !…el precario invento era demasiado extraño y
bastaba solo un tirón para dejarlo fuera de acción con la respectiva
advertencia .
Como
aquello no resulto , agudizamos levemente nuestro ingenio, para lo cual el
siguiente paso era conseguirse un tipo de cable fino para nuestro proyecto
.Descubrimos que los cables que conectan a los tubos del exterior, dejaban una
sombra obscura sobre la muralla durante la noche , casi a la altura del
borde superior de la puerta , decidimos de algún modo pegar sobrepuesto a
lo largo de la sombra , aquel cable , del grosor del hilo de coser, y
hacerlo llegar al interior un tanto más ” camuflado ” que el anterior
, era semi invisible a menos que se inspeccionara detalladamente ,
la suerte nos acompañó por un espacio de tiempo mayor que el anterior ,
finalmente fue descubierto y naturalmente desmontado sin permiso , ni mayor
aviso…! A pensar en otra cosa!.
Paso
algún tiempo sin concentrarme en el asunto , aparte que con las tentativas
anteriores , los ánimos no eran los mejores , un día mientras deambulo
por los alrededores , ” Jimy ” , uno más del ”
equipo “, se acerca y con su típica e intrigante serenidad me
comenta ;…que te parece la idea de obtener energía eléctrica permanente , incluso
para más de una celda ?…! me parece bien !…pero …cómo?…! asombrado le
pregunto !….mostrando levemente una sonrisa y alzando las cejas me responde
….! muy simple! … por sobre el techo atraviesa un cable con
corriente y está sobrepuesto en la techumbre…de acuerdo le digo! …pero eso
que tiene que ver allá afuera en los
postes de la calle también pasan un montón de cables!… por lo demás ese
que tu mencionas de seguro ha estado allí quizás cuanto tiempo y lo más
seguro es que siga allí a menos que la edificación se derrumbe, así es que por
de pronto dejémoslo ahí! Lo cierto es que yo no tenía idea primero lo del cable
y segundo de donde venia o para donde iba …en definitiva bien misterioso
resultaba aquel descubrimiento.
¿Cuál
es la idea? … pregunto intrigado al mismo tiempo que intento descubrir sus
intenciones …y si bien es cierto la oferta es tentadora, no logro entender
como Jimy piensa llevar a efecto su plan…Se detiene antes de dar otro paso y
por unos segundos solo me mira y maliciosamente sonríe …como adivinando le
replico! …Te volviste loco! … no pensaras subirte allá arriba y conectarte?…
¡exacto! … eso es precisamente lo que te iba a decir … lo miro … y le
digo …! oye gueon! …estay hablando en serio?
¿Pero
cómo? … tú crees que es llegar y subirse, así como así ?!…Ya sé que
tiene algún grado de dificultad! … me responde, pero yo solo no puedo, como
tu entiendes de estos asuntos tendrías que realizar la parte técnica
Putas!
… este Jimy! no se si sentirme halagado, por invitarme a realizar tan secreta
maniobra … o …mandarlo no se dónde … (obviamente no muy lejos) … sin
lugar a duda que alguien le dio el dato, respecto a mi insistencia en el
tema, pese a los breves logros anteriores.
Mientras
nos paseamos por la cancha discutiendo el tema, que si bien no intento eludir,
al menos tengo la ilusión que Jimy no logre avanzar en la primera etapa en que
hemos acordado él se hará cargo, para después entrar yo en acción, pues sin
lugar a dudas, a diferencia de las anteriores, esta sí que tiene riesgos. ¡En
todo caso de resultar será más difícil que la detecten … al menos eso
creemos!
Quedamos
de acuerdo en realizarlo tan pronto pudiéramos , por de pronto depende solo de nosotros
el iniciar la maniobra, Jimy se veía muy entusiasmado con todo esto y yo por mi
parte no quería defraudarlo, por lo que algo de cooperación demostraba
durante los comentarios respectivos que entre los dos hacíamos .Un día después
del almuerzo , nos acercamos al gendarme de turno del tercer piso y Jimy con
admirable personalidad y con toda soltura de cuerpo le plantea la intención de
subirse al techo junto conmigo a fin de reparar una que otra
plancha de zinc, que al parecer es la causa de la humedad que asoma al interior
de una que otra celda,… incluso goteras !…entre tanto yo por mi parte uno
que otro comentario agregaba, como reafirmando los argumentos que
magistralmente Jimy estaba planteando , que por lo demás no estaba lejos de la
realidad ( lo de las goteras ) la idea en si hasta cierto punto era creíble! no
siempre hay voluntarios para reparar el techo gratuitamente aunque de una cárcel
se trate ! no muy convencido … aunque al parecer le daba lo mismo…el
guardia termino aceptando, eso sí que teníamos que ir a hablar con el
jefe de la guardia interna , para efectuar los siguientes pasos, al menos
hasta aquí algo habíamos obtenido, con el permiso ya asegurado, las
explicaciones restantes fueron más que nada un simple trámite, eso sí que ahora
necesitábamos un gendarme voluntario que nos acompañara al patio exterior
a objeto de obtener la escalera que nos conduciría a las alturas del techo,
solos no podíamos ir … ( reglas internas ) … comenzaba a complicarse la operación
… afortunadamente de entre los cuatro o cinco gendarmes que había en la
“guardia interna” encontramos un voluntario que luego de escuchar a Jimy
su planificado y detallado relato , decidió no de muy buenas ganas ,
acompañarnos a conseguir una escalera .Tras sus pasos, al mismo
tiempo que a espaldas del gendarme intercambiaba un leve gesto de aprobación
con Jimy, nos encaminamos . Nuestro “salvador” guía avanzaba manojo
de llaves en mano , abriendo cuanta puerta y portón se le ponía por delante al
mismo tiempo que profería comentarios poco entendibles, que se confundían con
el ruido de tanto candado y cadenas .Para resumir … el poder de
convencimiento de Jimy dio los resultados esperados y es así que al rato y con
la pesada escalera a cuestas ,estamos a metros de llegar al punto de partida de
nuestra obra, a todo esto habíamos conseguido que se notificara a los
guardias de los ” murallones” sobre nuestra maniobra ” reparación de
techumbre ” … no fuera a ser que creyeran que tratábamos de
fugarnos .
Jimy
trepa primero y antes que pueda seguirlo , se me adelanta el guardia …”
sonamos! pensé” … con este ayudante
extra allá arriba , no nos va a quedar otra que verdaderamente arreglar
el techo …Jimy que ya casi desaparecía de nuestra vista le comenta que todo
alrededor está lleno de tierra y mugre que han dejado las tiernas palomas, lo
que seguramente arruinara su “impecable” uniforme, con alivio
veo que nuestro intruso guardia se devuelve esparciendo garabatos alusivos a la
situación…! la suerte hasta aquí está de nuestro lado !..la adrenalina me
hace subir los peldaños más rápido que bombero en plena competencia .
!
Estamos sobre el techo!, se aprecia todo Valparaíso maravilloso
paisaje, mar y horizonte juntos después de tanto tiempo … que ganas
de tener alas y echarse a volar ! … pero no es hora de soñar … hay que
ubicar el famoso cable que a simple vista no aparece por ningún lado, se suponía
que sería fácil distinguirlo? … al cabo de unos minutos de respectivos improperios,
ya lo tenemos en nuestros pies, a decir verdad, yo no tengo la menor idea si
esta energizado , no tenemos como probarlo!, un poco de “teatro” por aquí
y por allá, comienza mi delicada intervención … los nervios y la adrenalina
fluyen a cada segundo, dado el grosor del cable , lo más probable que esté
conectado a un interruptor de alto consumo, por lo que extremo las precauciones
y así evitar quedar como ” carbón “. No sin obstáculos, realizo la
operación … todo aislado, ¡una última revisión! … al parecer todo está bien
…nuestro paciente tiene ahora un injerto que se extiende en dirección
opuesta, directo a una de las tantas ventanas, de antemano predestinada … nos
damos un par de vueltas sobre el lastimoso techo , que al menos hagan creíble
nuestra simulada versión a los guardias de la muralla , que a lo lejos de
cuando en cuando nos dirigen una que otra mirada y damos por terminada la
odisea.
Falta
poco para las cinco de la tarde , nos despedimos del paisaje y bajamos , la devolución
de la escalera resulto menos ” protocolar ” que conseguirla, nos
damos un paseo por la cancha a modo de relajo y aquí no ha pasado nada, estamos
ya como cada día encerrados en nuestras respectivas celdas, ahora solo falta
esperar a que den las nueve de la noche … intento olvidarme de las horas
anteriores … abstraído en mis lecturas y escrituras lo consigo … claro que
solo hasta entrada la noche , pues junto con apagarse la luz de la pieza, se
apagan todas las luces … la cárcel al parecer está totalmente a oscuras! no
se ve iluminación interior por ningún lado! ceguera total a mi alrededor! las
luces de la calle parecieran brillar más que de costumbre, estamos peor que
antes! oscuridad es todo lo que se aprecia! abajo se escuchan voces! … pasos
… carreras de un lado a otro! ¡más de alguien vocifera frases de contenido
poco ortodoxo, minuto tras minuto la oscuridad sigue igual!
De
pronto una débil voz … ¡es Jimy! … me acerco a la puerta, del otro lado
susurra mi nombre intentando llamar mi atención …Que paso? me pregunta a
media voz … ¡no tengo idea! le contesto, no hubo más comentarios entre los dos.
¡Tengo
la soberana sospecha que todo esto sea una coincidencia! …mientras retrocedo
mentalmente al punto inicial de la “operación” … no entiendo! … como única
explicación razonable sería que la aislación no fue suficiente y al estar la conexión
bajo la plancha de zinc, esta lo haya rebanado producto de la alta corriente
que seguro circulaba por el cable, quedando todo a tierra luego
del feroz “cuete” que tiene que haberse producido.
Prefiero
no pensar en esa posibilidad … pero ¿cómo? … si estoy seguro de haber hecho
todo correcto!? … será mejor acostarse y pensar que debe ser otro el problema,
aparte que de noche todo se ve más oscuro! ¡sobre todo esta noche! que
verdaderamente esta oscura. Ya veremos al otro día nuestra audacia ha ido muy
lejos esta vez me digo! resulta muy difícil creer que de todos los
guardias involucrados, no haya al menos uno que llegue a la conclusión que
algo tenemos que ver en el asunto! después de todo la coincidencia está a la
vista, mejor dicho … ¡a ciegas! pues la oscuridad aun es total.
Despierto
al tradicional ruido de pestillos, mi mente solo tiene espacio para el maldito
cable, ahora la pregunta … ¿qué se hace? … por de pronto al parecer nadie
sospecha nada, Jimy y yo por una que otra seña decidimos no acercarnos, en
cualquier momento pienso nos llamaran, afortunadamente esto no ocurre, ya cerca
de las diez de la mañana, como por algo hay que empezar, decido hablar con González
(Miguel Gonzales ex – marino y compañero de causa) Electricista de profesión en
la Armada , a diferencia de mi especialidad que es de Electrónica …camina de un
lado a otro, me entero que le han solicitado su cooperación para al menos dar
una posible teoría respecto al “apagón” que aún persiste!, a todo esto el
electricista “oficial” del penal … anda loco! … no hay caso no
aparece la falla por ningún lado
Gonzales!
… me acerco y le cuento la historia del día anterior, por su expresión me doy
cuenta que no le ha causado ninguna gracia! de todos modos me aconseja
que averigüe sobre mi teoría para salir de la duda … Noo! … ahora sí que será
difícil … Con todo este lio y nosotros pidiendo permiso para arreglar el
techo … ¿¡otra vez!? … qué diablos! ya estamos metidos en esto y trataremos
de algún modo de salir, Me reúno con Jimy y le planteo mis dudas, el poco
entiende de los términos que empleo para intentar explicar el posible error,
sin embargo, está dispuesto a repetir la operación. Afortunadamente y debido a
la experiencia de los pasos dados el día anterior, en breve estamos trepando
por la escalera rumbo al techo.
Curiosamente
sin mayores preguntas los gendarme nos creyeron que no habíamos alcanzado a
terminar el día anterior nuestra abnegada y desinteresada labor, nuevamente con
nuestras “escuálidas” herramientas estamos caminando sobre la
techumbre, no hay tiempo para contemplar la ciudad sólo una cosa nos preocupa! parados
a centímetros del “cuerpo del delito” me percato no sin menor asombro
como lo suponía, que nuestra operación … mejor dicho “mi intervención”
no contaba con el fuerte viento durante la tarde anterior, el cable principal
esta rebanado bajo la plancha de zinc, debido al movimiento reiterado de esta última
con las huellas características, lo que deduce que sin lugar a dudas ahí
es donde se produjo el “cuete”, que origino el apagón … A Jimy le digo, ¡saquemos
todo y larguémonos cuanto antes de aquí! … Estay más gueon … me responde, ponle
todo el rollo de cinta aisladora después de todo ¡ese es el único problema! …
No me queda otra … ante su diplomática insistencia.
Ya
más relajados,( al menos yo ) nos damos un par de vueltas más sobre la
crujiente y poco estable superficie, para luego dar por terminada la aventura
… bajamos sin obstáculos y por supuesto intentando en todo momento de
mantener una postura de absoluta seriedad y compromiso con la labor realizada
…”reparar el techo” … interiormente estamos con otros pensamientos
camuflados .
En
la conversación anterior que sostuve con Gonzales , habíamos analizado las
diferentes causas de todo este lio y acordamos que de ser lo que era más
probable … que en efecto lo fue! …yo le haría una seña para que el de algún
modo para evitar sospechas, efectuaría algún tipo de “maniobra”, razonablemente
creíble, dando a entender que había encontrado y solucionado la falla eléctrica.
Con Jimy nos separamos de vuelta de poner la escalera en su lugar y rato más
tarde, en la primera oportunidad que tengo, le envío la señal a Gonzales, quien
atento a mis movimientos y demostrando una actitud de profesionalismo a
toda prueba, (aparte de su habitual seriedad), da instrucciones para que el
electricista oficial haga una prueba accionando el interruptor
“maestro” del tablero principal , que supongo se encuentra en algún
lugar “estratégico” … fuera del alcance … al menos de nosotros .
¡Todo
perfecto! … los elogios y felicitaciones obviamente están dirigidas a Gonzales,
del tema no hicimos el más mínimo comentario entre ninguno de nosotros.
Epilogo
Respecto
a nuestro “clandestino” cablecito, debo mencionar que se fue poco a
poco “estirando” por rincones, perforaciones, barrotes, siempre bien
disimulado, hasta alcanzar un número incontable de celdas en el tercer piso,
que prácticamente al final eran muy pocas las que quedaban sin energía pasadas
las nueve de la noche … fueron varios meses que aquel ” noble ”
conductor cumplió con su disimulada, pero eficiente labor.
Finalmente,
a poco tiempo de nuestra libertad, en un “allanamiento”, el más violento que
recuerdo en comparación a los anteriores, una vez éste hubo terminado, al
volver a nuestras respectivas celdas …había desaparecido … ¡en todas ellas! …
junto a un número indeterminado de nuestros bienes personales, sin mayor
explicaciones tampoco preguntas! y esta vez seria para siempre.
Nota del autor
Con
posterioridad a los hechos que acabo de detallar, he llegado a la conclusión
que tan atrevida y temeraria acción, pudo haber tenido más de alguna lamentable
consecuencia, en especial para Jimy y yo.
Como
descargo, quisiera acotar que a falta de proyectos en tan precaria y saturada
rutina, sumado al extenso tiempo infructuoso … excepto en nuestras mentes, más
que burlar los efectos de la “restricción”, el acto en si constituía
un desafío al ingenio propio.
Fin.
Lerog -Valparaiso -1976
The Electrical Wire
by Luis Rojo, translated by Ellen Salazar
In 1973, Luis Rojo and my husband, Jaime Salazar, were in the
Chilean Navy. Along with several hundred
others, they were taken prisoner prior to the military coup because of their
awareness of and attempts to warn about the upcoming coup given events they or
others on their ships witnessed. Jaime was known to his friends then as Jimmy. Luis
wrote this piece which I translated and modified from the original Spanish for
an English-speaking audience with Jaime providing a few factual additions. Both Jaime, Luis and many other sailors were trained
as electricians, mechanics and other specialists while in military service and
were sometimes called upon by their jailors to perform technical tasks while in
prison.
Jails in Chile operate differently from those in the United
States. Political prisoners were
permitted to own stoves and cookware, receive food and prepare their meals. They
were also allowed to use simple tools and machines including small knives,
insulated electrical tools, soldering tools, sewing machines, lathes and
various saws. They built their own bunk
beds, shelves and tables and accommodated their sparse conditions with the help
of family and international agencies like the Red Cross. Political prisoners were
kept apart from other inmates making it easier for them to communicate among
themselves and organize.
The events described here took place
in the jail in Valparaiso, a port city on the Pacific Ocean. The jail, since converted to a cultural
center and museum, took up several city blocks with houses and businesses
across the street and adjacent. Street
lights and normal activity were visible below from some parts of the jail.
After twenty minutes of constant and strenuous uphill walking from
the flat city center below, tucked into one of the many hills in Valparaiso, you
will come upon a huge rectangular box of a building with cheap white
paint. There is armed vigilance within
its high walls, twenty-four hours a day, three hundred and sixty-five days a
year and this fact reveals the reason the building came to be in the first place.
It would be hard to describe the particular type of architecture but it hardly
mattered to those of us who stayed there. There were three floors but no
elevator. It was certainly not a hotel, not only because the servants wore dark
grey and carried threatening clubs, but also because the “guests” unlike those
in a hotel, couldn’t decide when to be left alone nor choose the menu and
definitely not the hour of arrival although I should note that the pathetic
food was at least free of charge.
The complex took up a large area and included administrative
offices, workshops and a theater although I never saw a movie there. There were cells, several patios, and the
traditional soccer field where the “teams” faced off. The principal indoor
space was a rectangular area similar to a covered patio where, on either side
along the length, were the “private” rooms measuring 6×12. I say “private” because each had a solid door
with a small opening and another small window protected by metal bars. It had a touch of privacy but not freedom.
At one end of the corridor was a ladder that went up to the second
and third floors. Sometimes people would
avoid going down the ladder’s steps and instead opt for the quick way out by
throwing themselves and landing onto the concrete below. I lived in one of the cells on the third
floor that were assigned to the political prisoners. At the beginning there
were so many of us against the regime, that six of us had to share the cell.
Gradually people left and as our jailers said, only the “most committed”
remained.
We entered here, a group of sailors, at the end of August 1973. We
were being tried for non-completion of military duty and the like. After the coup, this accusation was converted
to attempted sedition. We were transferred from a military prison where we had served
in preventive detention and were held captive, deprived of our rights as
members of the navy, and also held incommunicado, called to testify at
odd hours, subjected to physical torture.
For each of us this bitter experience was completely outside of
our expectations. We came from decent families, passed our entry exams,
completed our coursework, demonstrated good behavior, served our country. So,
it wasn’t easy to accept that this was the place we landed: a jail made for
delinquents. The outlook wasn’t very positive. However, we did have the inner
peace of knowing that our cause was just and correct, that we guided ourselves
by the solemn oath that we took to defend the constitution and the law.
It was also a surprise to the regular inmates that we arrived
there. We were the first political
detainees, detained in a democracy. The
guards looked on us strangely and with distrust but basically, after everything
we went through, we became part of the multitude. In a few days, resignation set in and we integrated
ourselves into the sterile internal routine. Though difficult to accept, we
concluded that feeling sorry for ourselves did nothing to alleviate the
situation. Every conversation went back and forth over the same topics,
uncertainty hanging over us.
One day followed another, each a photocopy of the previous except
for those when we could share a minute or two with family. The guards had a regular routine which meant
that at 8:30 in the morning the cell doors were loudly opened followed by a
deafening series of shouts proclaiming, “New day!” Later the daily formation on the soccer field
for the morning count at 9:00 which usually had to be repeated due to the
absence of someone bold who decided to stay who knows where or the mathematical
certainty that some of our guards had gone to breakfast.
Once past this test we could devote ourselves to different
activities if and when they could be done inside. The more common of these were reading,
handicrafts, different types of writing, practicing music, chats, chess or some
other game which gave us a short while to distract ourselves from our
circumstances. As the hours passed
without anything of note, at around five in the afternoon once again we faced
the guards and then off to our respective “quarters” which at six o’clock were
shut with the same “subtlety” and carried out in inverse order from everything
that happened in the morning.
In every cell there was a single light bulb that gave off enough
light to allow us to at least read until nine o’clock at which time, rigorously,
the electricity and the light was turned off. I never understood why this
restriction existed. Was it for the
prison budget? The lack of authority of some lowly bureaucrat? To make our time
more miserable? Whatever the reason, we
were destined to live without any light after nine o’clock which obviously
impeded carrying out any type of activity unless we lit some candles. Some inmates even had radios or TVs which were
useless without electricity. The
passageways however were lit the whole night from florescent tubes which were
lined up along the corridor. Those of us who understood something about
electrical wiring were tempted to see how, without causing major alterations,
some kind of a clandestine connection might be made. This would let us deal
with the restrictive atmosphere and bring light to our dark existence.
First, we located the positive wire that carried energy to the
fluorescent tubes and connected ourselves with a cable going over the top of
the door which we had to do every day, minutes before the doors were shut. To avoid the guard’s curiosity, we connected
the negative pole to the bars on the window which we knew were firmly attached
to the ground thereby creating a closed electrical circuit. This is how we
managed to get around the lights-off restriction and not only have a
strategically placed light bulb but more importantly a separate outlet for a
radio which we kept on a super-low volume.
We blacked out the windows and door slits to avoid detection. It didn’t
last long; the precarious invention was too much trouble and lasted only a bit
until it we dropped it.
Since that didn’t work, we slowly became more creative. We
acquired a thin cable for our project.
We discovered that the cables that connect the fluorescent tubes left a
dark shadow on the wall during the night almost at the height of the upper
border of the door. We decided to glue
the thin wire on top of the length of the shadow. It was the width of a thread
and we snaked it into the cell more camouflaged than the previous one. It was barely visible unless you looked
really closely. Luck was on our side and this lasted longer than before until
it was discovered and naturally taken down without warning. We had to come up with something else.
Some time passed without giving it much thought. One day, walking
around, Jimmy, one of the guys in the crew, approached and with his typical and
intriguing calmness remarked,
“What do you think of the idea of getting permanent electricity,
even for more than one cell?”
“Sounds great, but how?” I asked curiously.
With a slow smile and raising his eyebrows, he responded, “Very
simple. You run a wire with electricity over the overhang on the roof.” On the
street posts there were also a ton of cables. What is clear is that I had no
idea about either wiring or where they came from or where they went.
“What’s the idea?” I was intrigued at the same time to figure out
what he was trying to do. And if the offer was certainly tempting, I couldn’t
figure out how Jimmy thought he would do it.
He stopped before taking another step and for a few seconds just
looked at me and smiled mischievously. I
responded in kind.
“Are you crazy! You’re not
going to go up there and connect it?”
“Exactly! That is exactly
what I was going to say.”
I looked at him and I told him. “Listen fool. Are you serious? But how?
You think the guards are going to just let you go up like nothing?”
“I know it’s a little hard,” he replied, “I can’t do it myself. You know how this stuff works; you have to do
the technical part.”
Shit! This Jimmy! I didn’t know if I should feel overcome for
being brought into such a secret plot or send him off to who knows where
(obviously that couldn’t be too far under the circumstances). Without a doubt
someone had told him what had happened with our brief past achievements and my
insistence on the topic. We walked around the field discussing the issue.
Unlike the previous instances, this one carried risks. In any case it would be
much harder for them to find it, at least that’s what we believed.
We agreed that we’d do it as soon as possible because the first
part depended only on us. Jimmy seemed
very enthusiastic with all this. I didn’t want to deflate him so I went along
as we talked. One day later after lunch
we went to one of the third-floor guards. Jimmy was relaxed and personable and
proposed the idea of going up on the roof with me to repair some of the corrugated
sheet metal which caused the humidity and roof leaks we experienced in various
cells. Meanwhile I added the occasional
comment reinforcing the points that he had made which weren’t actually that far
from the truth. So, the idea itself was up to a certain point believable.
You don’t always find volunteers to fix the roof. Not very
convinced, although it seemed like he didn’t really care one way or the other,
the guard wound up agreeing that we would go talk with the supervisor of the internal
guards to check it out. At least we had
achieved something! With permission granted. the remaining explanations were
nothing more than a simple transaction. We now needed a guard to volunteer to go
outside with us to get a ladder to take us up to the roof. Things were starting
to get complicated but fortunately of the four or five guards in the internal
unit we found a volunteer. When he heard
Jimmy’s plan and detailed explanation, he went with us to get the ladder. We
walked along and Jimmy gave me a slight gesture of approval. Our guide carried
a set of keys and opened each door and passageway while mumbling barely
intelligible comments mixed with the noise of so many locks and chains. In short, Jimmy’s power to convince led to
our hoped-for result. So, in a short while, heavy ladder held high, we were at
the starting-off point in our operation.
The outer wall guards had been notified so they knew that our activities
dealt with roof repair and wouldn’t think we were trying to escape.
Jimmy went out first and before I could follow the guard advanced.
I thought, with this extra “helper” we won’t be able to do anything besides fix
the roof. Jimmy had practically
disappeared from our view and called out that the whole thing was covered in
dirt and bird droppings and this would surely ruin the guard’s “impeccable
uniform.” I was relieved to see that our
intrusive guard held back swearing. Luck
was one our side! Adrenaline made me climb the ladder faster than a
well-trained fireman.
We made it to the rooftop!
You can see all of Valparaiso, beautiful view, ocean and horizon
together. After so much time, what a
longing to have wings and fly. But it’s
not the time for dreams. We have to find
the famous cable which is nowhere in sight and which we thought would be easy
to find. After a few minutes of swearing, there it is at our feet. I don’t have the slightest idea if it carries
electricity. There is no way to
test. A bit of drama here, nerves and
adrenaline pumping every second. Given
the thickness of the cable, it is most likely connected to a high voltage breaker,
so I use my insulated tools, connect the loose wire that Jimmy had seen from
below which was already there on the roof. I avoid the ends, avoid getting
fried- not without difficulty- but the operation is completed, everything is insulated
and one last revision. It seems like all
is good. Our “patient” now has an insert
which extends in the opposite direction and splits into two of the previously
determined windows. We also patched the roof and walked around a bit over the
wounded roof area. At least this gave some credibility to the story we told the
guards on the wall who once in a while give us a glance and then we finished
up.
It was almost five in the afternoon. We said goodbye to the view and descended. Returning the ladder was a less complicated operation
than getting it. We walked around the
soccer field looking relaxed and nothing happens. It is like every day where we are locked in
our individual cells. Now we just have
to wait until nine o’clock at night. I
try to forget the previous hours as I lose myself in my readings and writings
but of course, only until night comes.
Because along with the lights in the cells going off, all the lights in
the entire place go off. The jail is
completely dark, no light anywhere! The lights on the streets outside appear to
shine more brightly than usual. We’re
worse off than before! Down below we
hear voices, steps, running from one side to the other, swearing, minute after
minute it remains dark.
All of a sudden, a weak voice coming from another cell. It’s Jimmy.
I approach the door. My name is
quietly called to get my attention.
“What’s going on?” I asked in a half voice.
“I have no idea,” came the reply.
I have a strong suspicion that all this couldn’t be a coincidence
as I go back mentally from the first part of the operation. I don’t understand. The only reasonable explanation is that the insulation
wasn’t enough and since the cable and the insert were under the sheet metal, they
had contacted and given the high voltage, which no doubt went through the cable,
left everything grounded after the strong jolt that it must have produced.
I prefer not to think of this possibility, but how? I am sure that I did everything right. It would be better to lay down and think that
it must be something else. Besides it
was completely dark. We’ll see another
day. Our audaciousness was way out there
this time, I thought. It was hard to think
that, of all the guards, at least one would have to reach the conclusion that
we had something to do with this. After
all, the coincidence was in plain sight.
I woke to the usual sound of footsteps. My mind can only focus on the damned cable. Now I wonder, what should be done? For the
moment no one suspects me or Jimmy and through signals we decide not to be
around each other. I figure they will
call us at any moment. Fortunately, this doesn’t happen. It is almost 10 in the morning. Just to do something I decide to talk with
Gonzalez, one of our group. I paced from one side to another.
I heard that the jailors asked for his help to at least come up
with a possible theory about the blackout which is still going on. Gonzalez was
trained as an electrician in the navy and worked in that capacity while in
jail. I am more schooled in electronics.
The jail’s official electrician is going crazy. He can’t figure it out.
“Gonzalez!” I approach him
and tell him the story of what happened yesterday. From his expression I
realize that this has not made him happy.
In any case he advises me to check out my theory to eliminate any
doubt.
“No! Now it would be really
hard. With all this going on and us
asking for permission to fix the roof!
Again! Shit!”
Now we’re stuck in this and we’ll try to get out of it somehow. I meet up with Jimmy and explain my concerns. He doesn’t understand all the terms I use to
explain the possible mistake but he agrees to try again. Fortunately, and from the experience of the
day before, in a short while we’re heading up the ladder again to the roof.
Oddly the guards had no questions and believed us when we said we
hadn’t finished yesterday. Once again
with our shabby tools we’re walking on the roof. No time to enjoy the view; only one thing to
do. Standing inches from the “crime
scene” I realize, as suspected, that our operation, better said, my
intervention was pretty unprofessional. Wires from the main cable made contact with
the sheet metal with markings that have me conclude, without a doubt, the
blackout started here.
“Jimmy, let’s remove everything and get out of here.”
“Don’t be stupid,” he shot back.
“Put the whole roll of insulation tape on it, after all that’s the only
problem.”
I had no alterative given his diplomatic insistence. Now more relaxed, we walked around a few times
over the crunchy and not very stable surface to finish up. We came down without any problem and of
course, trying to maintain a completely serious look about “repairing the
roof”.
In previous conversations with Gonzalez, we analyzed what the
different causes of this mess might be and agreed what was the most likely. That’s
what it turned out to be. I gave Gonzalez
a sign so he could come up with some kind of reasonably believable way to
explain the situation without raising suspicions about how we had actually solved
the blackout problem. Jimmy and I
separated after putting the ladder back in its place and as soon as I could, I
sent a signal to Gonzales who was waiting to hear from me and carried on with
his usual seriousness. He then suggested to the jail’s electrician that he try
the master breaker switch on the main panel.
Everything perfect! Lights
back on. All the praise and thank you’s directed to Gonzalez and none of us
said a word.
With respect to our clandestine little cable, I should mention
that it was little by little stretched through corners, holes in the wall,
bars, always well disguised, until it reached an unknown number of cells on the
third floor so that by the end there were hardly any that were without
electricity after nine o’clock at night.
For years after it did its job.
Finally, shortly before some of us were freed, in the most violent
ransack by the guards that we ever experienced, we returned to our cells to
find the cable gone along with an unknown quantity of our personal
belongings. There was no explanation and
no questions. But part of it remained in the other cells for the political
prisoners who stayed on, including Jimmy.
When Jimmy and the other few were finally released, it was still
working.