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Presentación del libro En la Piel del Aire de Manuel Ramos en abril de 2017 en la Sociedad de escritores de Chile por parte de Víctor López Zambrano, entonces Presidente de la Agrupación de Marinos Antigolpistas (AMA)
Manuel Ramos
En la Piel del Aire
1
Seres engendrados
en lo infinito
antes de nacer habían amado
a sus piedras, bañado en sus ríos
mirado en sus lunas
bebían gota a gota
la caricia azul
que nos cubre
sentían el suspiro
la placidez desnuda
la sed de las montañas o el desierto
entendían el idioma del silencio
la batalla de las piedras contra el viento
la luz de un sol inextinguible
vagabundos de los canales
nómadas de mares
fragancia de la seca piel
de las caracolas
marineros curtidos en pasión y salitre
navegando hacia el futuro
en el océano del cosmos
caen los hijos de la lluvia
y quiebran el cuerpo de la luna
y reparten esos trozos de mudos espejos
nacidos en el valle de verde encanto
sienten el aroma del jardín de agua
esparcen sus caricias a los rostros
agrietados por el tiempo
brindan en copas de greda
en el profundo silencio de las piedras
y la raíz frondosa del árbol
seres en cuya sangre
circula el humus de la tierra
donde conocieron los colores
2
Os invito a visitar mi abismo:
¡Venid!, ¡mirad!, existen seres
que temen contemplar su alma
en la profundidad del espejo
desean el silencio henchido
de la noche
huir, perderse poco a poco
con su ausencia
huérfanos de sus palabras
prisioneros en extrañas latitudes
idealistas de sombras y olvido
seres escondidos
en desmesurados antifaces
escribiendo secretos
en el vientre de las piedras
Os invito
a visitar mi abismo
a tejer en paz
3
quienes buscan en otros
lo puro, la divina esencia
componen el silencio
con la armonía de los sueños
como los atados a las cadenas comprenden
la añoranza de los pájaros
por huir de su encierro
la gris agonía de la vida
entre rejas
hay seres que solo son
su pensamiento
se deslizan como la lluvia
que todo lo cubre,
como el mar
que todo lo lleva
deshojan tiempo
apuran distancias
a la vida.
Seres que se retratan
a cada instante
en el agua quieta del espejo,
en la esfera apacible de la noche
se acarician tranquilos
absorben placeres
hasta el fondo de los huesos
seres enamorados
de pasiones incendiarias
buscando en los ardores del astro
retazos de sombra
o en el abismo glacial
un potente rayo de sol
pena da ver a los atormentados
por el éxito ajeno
a quienes envidian lo hermoso de un paisaje
o hasta su propia sombra
4
seres apesadumbrados
de páginas ocultas
peregrinos solitarios, silenciosos
lejanos
añoran quimeras
y lloran tristes sus miserias
pero quienes despiertan
ilusiones dormidas,
liberan pensamientos
y desean beber el agua
de tus ojos
deshojar tus besos
acariciar tu sombra
morir en tus noches
¿escucháis los nítidos latidos,
resonantes latidos
que nos acunan tiernamente
con maternales pechos?
madres que siempre esperan
con los brazos abiertos
y caricia en los labios
con el corazón en alguna de sus manos
si dibujan peces en el cielo
miel en la piel, pan de corazones
besos en vuelo
5
seres soñadores
se atreven a surcar abismos
a besar el alma de la tierra
vencen tempestades
y logran habitar en campos luminosos
este abismo también pertenece
a los seres subyugados
de la oferta y la demanda
codiciosos de vasijas
y cubiles de serpientes
ávidos de tesoros
mercaderes de fortunas
sin juicio ni razón
hieren e infectan la madre tierra, pacha mama
engordando el tributo del erario
sus soldados iracundos a los sueños
disparan sin piedad
ráfagas de fuego
belicosos insensatos
erigiendo con orgullo
la amarga historia
de banderas y trincheras
en la sinrazón de su carne de roca
aún invaden el territorio virgen
y asesinan a mansalva
a la América Morena
mientras seres resignados
víctimas y cómplices
de aquellos que truncan la tierra
en un despojo
seres que preguntan al vasto cielo
sobre lo inmortal de la pesadumbre
e indagan ansiosos el secreto de la muerte
en dimensiones desconocidas,
muerte que yace palpitante
en el corazón de la existencia
he aquí los involucrados en la guerra
en su crímen
sin castigo
yacen inmóviles, inconscientes
dormidos como ángeles sin culpa
6
hay seres desvanecidos
en el aflicción
por la violenta ausencia de paz
piensan que vendrán dioses
a abrir crisálidas en las estaciones
olvidadas
estremece ver a quienes acarician
la solidaridad
con las claras y flamígeras
tres letras del astro rey
sin alcanzar a iluminar
los recónditos lugares
del alma humana
Ego
solidaridad vestida en papel celofan
dada a seres descalzos
de ojos acuosos, torsos desnudos
y mocos traviesos
y con discursos y promesas
muere la solidaridad
en medio de miradas cómplices
y sonrisas grotescas
7
existen seres transparentes
de pupilas encendidas;
desean destruir armas
construir puentes
unir tierras con tierras
levantar el mar hasta el cielo
y bajar cielo azul al mar oscuro
como una bandera de dos elementos
seres de ansias grandes
más allá de todo cansancio
de esperanzas,
seres sin temor ni temblor
seres de alma
manos de árboles,
tejedoras incansables de charangos y palabras
liberando coplas encendidas
de compás y tiempo
cántaros de arcilla
y memorias humedecidas
en el hálito entrañable de la tierra
esparcen sentimientos
a los puntos cardinales
encienden llamas apagadas
y siembran pan en cada árbol
8
aquí hay seres
habitando los cuatro vientos
ajenos a los sonidos
ausentes del paisaje
de la aurora, del crepúsculo
seres que no dejan huellas digitales
que se niegan a ser eslabones
de existencias ajenas
inconscientes,
que no entienden a los niños,
a los ríos, a los árboles y frutos
9
los hombres son libros
que caminan por las calles
libros abiertos o cerrados
libros con páginas ocultas o reveladas
libros olvidados o releídos
libros con muchas páginas en blanco
abrid aquellos libros
donde estén los mejores sueños,
los dolores forjados
en fuego y esperanza
libros que tejan la paz
en la piel del aire.
Manuel Ramos
DIE HAUT DER LUFT
(Übersetzung: Wolfgang Ratz)
1
Menschen
gezeugt
im Unermesslichen
Vor der Geburt hatten sie
die Kiesel geliebt, in Flüssen gebadet
sich in den Monden betrachtet
Tropfen um Tropfen
tranken sie
die blaue Zärtlichkeit
die uns bedeckt
Sie fühlten den Hauch
die nackte Sanftheit
den Durst der Berge oder der Wüste
Sie verstanden die Sprache der Stille
den Kampf der Steine gegen den Wind
das Licht einer unauslöschlichen Sonne
Vagabunden der Wasserstraßen
Nomaden der See
Geruch trockener Schneckenhaut
Matrosen von Leidenschaft und
Salpeter gegerbt, fahren der Zukunft entgegen
durch den kosmischen Ozean
die Kinder des Regens fallen
brechen die Mondgestalt
verstreuen die stummen Spiegelscherben
geboren im grünen Zauber des Tals
atmen andere den Duft des Wassergartens
benetzen von den Jahren gekerbte Gesichter
mit Küssen
trinken aus tönernen Schalen
in der tiefen Stille der Steine
der üppigen Wurzel des Baums
Menschen in deren Blut
der Humus der Erde kreist
die ihnen die Farben lehrte
2
Ich lade euch ein meinen Abgrund zu besuchen:
Kommt! Seht! Menschen gibt’s
die fürchten ihre Seele
im Grund ihres Spiegels zu betrachten
sie suchen die schwellende Stille
der Nacht
fliehen, verlieren sich nach und nach
in ihrer Abwesenheit
Waisen der Worte
Gefangene seltener Breiten
Träumer der Schatten und des Vergessens
Menschen hinter riesigen
Masken versteckt
schreiben Geheimnisse
auf den Leib der Steine
Ich lade euch ein
meinen Abgrund zu besuchen
am Frieden zu weben
3
Manche suchen in anderen
die reinste göttliche Essenz
erschaffen die Stille
aus dem Wohlklang der Träume
Nur die Eingekerkerten verstehen
die Sehnsucht der Vögel
aus ihrem Gefängnis zu fliehen
das graue Sterben des
vergitterten Lebens
Und dann jene
die nur ihr eigenes Denken sind
Sie fließen wie Regen
der alles verhüllt
wie das Meer
das alles fortreißt
Sie entblättern
die Zeit
rauben dem Leben
die Erstreckung
Und manche bilden sich
Mal um Mal
im ruhigen Wasser des Spiegels ab
in der sanften Kugel der Nacht
sie liebkosen sich heiter
saugen Lust
bis ins Mark ihrer Knochen
Menschen verliebt
in verzehrende Leidenschaft
im Brand der Sonne
suchen sie Schattenflecken
und in eisiger Kluft
einen mächtigen Sonnenstrahl
Bedrückend zu sehen
wer leidet an fremdem Erfolg
wer sogar der Landschaft die Schönheit missgönnt
noch den eigenen Schatten beneidet
4
Menschen zu Boden gedrückt
mit verborgenen Seiten
einsame Pilger, schweigsam
ferne
Trugbildern gilt ihre Klage
sie beweinen freudlos die Not
Doch andere
wecken schlafende Träume
befreien das Denken
Sie möchten das Wasser
deiner Augen trinken
deine Küsse pflücken
deinen Schatten streicheln
in deinen Nächten sterben
Und hört ihr die klaren Schläge?
den schlagenden Hall
Süß wiegt er uns in den Schlaf
an freundlichen Brüsten
Mütter warten immer
mit offenen Armen
Liebe auf den Lippen
das Herz in den Händen
Sie malen Fische ins Firmament
Honig auf die Haut, ein Herzbrot
einen Schwarm von Küssen
5
Träumer gibt es
die wagen in endlose Räume
hinabzusteigen
und die Seele der Erde zu küssen
Sie bezwingen Gewitter
und wohnen in leuchtenden Gefilden
Doch dieser Abgrund
gehört auch den Geschöpfen
von Nachfrage und Angebot
Sie gieren nach Schlangenkrügen
und Natternhöhlen
lechzend nach Schätzen
und Besitz, Krämer
ohne Sinn und Geist
Sie verwunden und verseuchen
Mutter Erde, pacha mama
um den Staat zu mästen
Ihre rasenden Soldaten feuern
gnadenlose Salven auf die Träume
wahnsinnige Krieger
schreiben stolz
die bittere Geschichte
von Fahnen und Schützengräben
im Unverstand ihres steinernen Fleisches
Immer noch entweihen sie jungfräuliche Territorien
morden heimtückisch
das dunkle Amerika
Andere kapitulieren
Opfer und Komplizen zugleich
jener denen die Erde
nur Beute ist
Die weiten Himmel befragen sie
nach der unsterblichen Wehmut
Eifrig erforschen sie das Geheimnis des Todes
in verborgenen Tiefen
da der Tod doch
im Herzen des Lebens schlägt
Die Herren der Kriege
in ihrer Schuld
ohne Sühne
ruhen jedoch ungerührt, unbewusst
schlafen wie schuldlose Engel
6
Andere von
ungestilltem Friedensdurst verwirrt
hoffen auf Götter
die in vergessenen Jahreszeiten
Schmetterlinge schlüpfen lassen
Wie erschüttern mich jene, die Brüderlichkeit
im Munde führen
Der warme Schein des Wortes
erleuchtet nicht
die heimlichsten Winkel
der Seele
wo das Ich gedeiht
Solidarität in Zellophan gewickelt
verteilt, an barfüßige Wesen
mit nassen Augen, nackten Körpern
aufmüpfigen Rotznasen
An Reden und Versprechen
stirbt die Brüderlichkeit
an einem mitwisserischem Blick
einem grotesken Grinsen
7
Doch gibt es offene Wesen
mit leuchtenden Pupillen
Sie vernichten Waffen
und bauen Brücken
die Länder mit Ländern vereinen
Sie heben das Meer zum Himmel
und ziehen den Azur in die dunkle See
als Banner zweier Elemente
Menschen deren Sehnsucht größer ist
als jede Erschöpfung
hoffnungsvolle Wesen
ohne Furcht und Beben
Menschenseelen
Baumhände
unermüdliche Weber von Charangos und Worten
Sie befreien Gesänge
im brennenden Puls der Zeit
Krüge aus Ton
und benetzter Erinnerung
im zärtlichen Atem
der Erde
Ihr Gefühl strömt
in alle Himmelsrichtungen
Sie entzünden erloschene Flammen
und säen Brot in jeden Baum
8
und jene Wesen
in den vier Winden daheim
denen jeder Klang so fremd
die in der Landschaft fehlen
im Morgenrot, in der Dämmerung
die keine Spur hinterlassen
die sich weigern
Glieder fremder Existenz zu sein
Ihre Unbewusstheit
erfasst nicht die Kinder,
die Flüsse, die Bäume und Früchte
9
Die Menschen sind Bücher
auf den Straßen des Lebens
Offene oder geschlossene Bücher
Bücher mit vergessenen oder offenbarten Seiten
vergessene oder wiedergelesene Bücher
Bücher mit vielen leeren Seiten
Schlagt jene Bücher auf
wo ihr die besten Träume findet
die Leiden, geschmiedet
in Feuer und Hoffnung
Bücher, die den Frieden weben
auf der Haut der Luft.