The Esmeralda ship: The Chilean Navy’s Torture Chamber
by Germán F. Westphal (2003)*
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Thirty years ago, on September 11th 1973, general Augusto Pinochet ousted Dr. Salvador Allende’s Chilean constitutional government in a bloody coup d’état. During the 17 years of his dictatorship, he coerced Chile into an empire of state terrorism, the most cruel of all forms of terrorism since it relies on the use of authority to commit its crimes. According to official information, during this period 3,197 men and women were brutally assassinated by state agents. This number includes 49 children between the ages of 2 and 16 –one of them, a 13 year-old boy found with 11 bullet impacts on the body and 9 impacts on the head–, 126 women –some of them pregnant–, and some fifty foreign nationals.
According to the Inter-American Commission on Human Rights of the Organization of American States (Report 24/OCT/74), Amnesty International (Report AMR 22/32/80), the American Senate (Resolution 361-16/JUN/86), and the Report issued by the Chilean Truth and Reconciliation Commission (Part Three, Chapter I, Section 2 f.2.), immediately after September 11 1973, the ship Esmeralda was used by the Chilean Navy as a centre of detention and torture in the port of Valparaíso.
The testimonies to the fact that the Esmeralda was indeed used as a floating torture chamber include that of Chilean lawyer Luis Vega, who died in exile in Israel (2001); the ex-government official of the National Institute of Agricultural Development, Claudio Correa, currently residing in the United Kingdom; and the college professor and ex-mayor of Valparaiso, Sergio Vuskovic, currently residing in Chile.
According to the report of the National Truth and Reconciliation Commission, “In the case of the ship Esmeralda, the investigations conducted by this commission established that a special unit of the navy was operational on board for the purpose of interrogating detainees who were on the ship and also those brought to her from other detention centers. As a general rule, these interrogation sessions included torture.” According to the same report, the other detention centers included the cargo ships Maipo and Lebu.
Due to the fact that the detainees were being moved from one ship to another, the actual number of prisoners on board varies depending on the testimonies. However, the U.S. Senate (1986) indicates that there were 112 of them at one point. According to the evidence available, there were 40 women who were subject to all kinds of torture, rape, and other violations of their dignity and rights. Moreover, amongst the detainees there was a Chilean-British Catholic priest, Michael R. Woodward, who had to be taken to the Naval Hospital upon the recommendation of a navy doctor. Father Woodward eventually died as a consequence of the torture inflicted upon him. To this date, it has been impossible to determine where his remains were buried. Father Woodward’s assassination by the use of torture is part of Spanish Judge Baltasar Garzón’s case against Augusto Pinochet for his responsibility in the crimes of genocide and international terrorism involving multiple assassinations, conspiracies to assassinate, kidnapping, torture and forced disappearances. Father Woodward’ detention on the Esmeralda was first reported by the Valparaíso newspaper La Estrella in September of 1973, while all the Chilean media, including La Estrella, were under military censorship. This fact constitutes undeniable evidence of the truthfulness and accuracy of La Estrella’s report regarding father Woodward’s detention on the Esmeralda.
The Esmeralda’s Cóndor figurehead is not only one of the the Chilean national emblems, but also reminiscent of Operation Cóndor, the international terrorist plan implemented by Augusto Pinochet and his military supporters to coordinate military repression in the countries of the Southern Cone of Latin America, Europe and the U.S. In fact, Operation Cóndor allowed them to use military intelligence services for the purpose of assassinating Chilean General Carlos Prats in Buenos Aires and President Allende’s Foreign Relations Minister Orlando Letelier in Washington, D.C. Operation Cóndor was also instrumental in the assassination attempt against former Chilean Vice-President Bernardo Leighton in Rome and the death of ex-President Joao Goulart in Brazil.
The Esmeralda is not only the Chilean Navy’s Torture Chamber, as it has been thoroughly documented, but also –along with the bird of prey on its bow– a symbol of the most heinous crimes ever committed in the countries of the Southern Cone of Latin America.
The ship’s annual visit to different ports of the world should not be welcomed until the Chilean Navy overcomes its moral cowardice, acknowledges the criminal use of the ship and other detention, torture and death centres under its control, discloses the names of the criminals involved, applies dishonourable discharge to them, and fully cooperates with the Chilean Judiciary system surrendering all relevant information and documentation.
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* Germán F. Westphal is a former Chilean political prisoner and a Professor at the University of Maryland, Baltimore County, Maryland, 21250, U.S.A.
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La Esmeralda: El buque de la muerte y la tortura de la Armada de Chile
por Germán F. Westphal (2003) Deutsch Français
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El 11 de septiembre de 1973, el general Augusto Pinochet derroca el gobierno constitucional chileno del Dr. Salvador Allende en un sangriento golpe de estado. Durante los 17 años de su dictadura, somete a Chile al imperio del terrorismo de estado, el más vil de todos los terrorismos en la medida que se ampara en el uso de la autoridad. Según datos oficiales, durante este período fueron brutalmente asesinadas por agentes del estado chileno unas 3.197 personas. Esta cifra incluye 49 niños entre 2 y 16 años –uno de ellos de 13 años cuyos restos con 11 impactos de bala en el cuerpo, 9 en el cráneo, han sido encontrados recientemente–, 126 mujeres –algunas de ellas embarazadas– y una cincuentena de extranjeros entre los cuales hay varios ciudadanos brasileños, uruguayos y argentinos.
Inmediatamente después del 11 de septiembre de 1973, el buque Esmeralda fue utilizado por la Armada de Chile como centro de detención y tortura en el puerto de Valparaíso, según ha sido fehacientemente demostrado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (Informe 24/OCT/74), Aministía Internacional (Informe AMR 22/32/80), el Senado Norteamericano (Resolución 361-16/JUN/86) y el Informe de la Comisión Nacional (Chilena) de Verdad y Reconciliación (Tercera Parte, Capítulo I, Sección 2 f.2.). Incluso un Consejo de Guerra realizado en Valparaíso en 1974, reconoció al Esmeralda como centro de detención de la dictadura.
Los testimonios de que el Esmeralda fue efectivamente usado como cámara de tortura flotante son múltiples y coincidentes. Entre ellos destacan los del abogado chileno Luis Vega, fallecido en el exilio en Israel (2001); el ex-funcionario del Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario, Claudio Correa, actualmente residente en Inglaterra; y el profesor universitario y ex-alcalde de Valparaíso, Sergio Vuskovic, actualmente residente en Chile.
Según el Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, “En el caso del buque- escuela Esmeralda, las investigaciones practicadas por esta Comisión permitieron comprobar que una unidad especializada de la Armada se instaló en su interior con el objeto de interrogar a los detenidos que se encontraban en la misma nave y a los que eran traídos de otros recintos de reclusión de la Armada. Esos interrogatorios, por regla general, incluían torturas y malos tratos.” Según el mismo Informe, los centros de detención de la Armada incluían los cargueros Maipo y Lebu.
Aunque el número de detenidos a bordo del Esmeralda varía según los testimonios pues se los trasladaba de un barco a otro a medida que iban siendo interrogados, el Senado Norteamericano (1986) indica que llegó a haber 112 de ellos. Según la evidencia disponible, en un momento hubo unas 40 mujeres detenidas, las cuales fueron sometidas a todo tipo de maltratos, torturas, vejaciones y violaciones.
Entre los detenidos cabe destacar la presencia del sacerdote católico chileno-británico, Miguel R. Woodward, quien falleció a consecuencia de las torturas cuando el 22 de septiembre de 1973 se le llevó al Hospital Naval de Valparaíso por indicación de un médico de la misma Armada. Aunque la Iglesia Católica reclamó su cuerpo, nunca le fue entregado. Hasta la fecha, ha sido imposible determinar dónde fueron sepultados sus restos.
El caso del padre Woodward está debidamente acreditado en las investigaciones del juez Baltasar Garzón de la Audiencia Nacional de España, Sumario 19/97-J, incoado en contra de Augusto Pinochet y otros por los delitos de genocidio y terrorismo internacional desarrollados a través de múltiples asesinatos, conspiraciones para el asesinato, secuestro, torturas y desapariciones (Auto de fecha 03/NOV/98, Antecedente Décimo).
La detención del padre Woodward a bordo del Esmeralda fue informada por primera vez en septiembre de 1973 por el periódico La Estrella de Valparaíso, cuando toda la prensa y demás medios de comunicación, incluida La Estrella se encontraban bajo estricto control y censura militar. Este hecho constituye innegable evidencia de la veracidad y exactitud del artículo de La Estrella en cuanto a la detención del padre Woodward a bordo de la Esmeralda.
El cóndor que sirve de mascarón de proa al Esmeralda no sólo es uno de los símbolos del escudo chileno, sino que también trae a la memoria la tenebrosa Operación Cóndor ideada e implementada por Augusto Pinochet y sus secuaces para coordinar el terrorismo militar en el cono sur, extendiendo sus acciones criminales a todos los países del área e incluso fuera de ella. Así, la Operación Cóndor les permite instrumentalizar a los servicios de inteligencia militar del cono sur el asesinato del ex-Comandante en Jefe del Ejército chileno, Carlos Prats y su esposa, en Buenos Aires, el asesinato del ex-Canciller chileno, Orlando Letelier, en Washington, D.C., y el atentado contra el ex Vicepresidente de la República de Chile, Bernardo Leighton y su esposa, en Roma.
Según evidencia preliminar que se investiga a nivel de la Cámara de Diputados de Brasil, la Operación Cóndor también fue operativa en territorio brasileño y probablemente fue instrumental en la muerte del ex-Presidente João Goulart.
Ciertamente el Esmeralda no sólo es el barco de la muerte y la tortura según ha sido acreditado ampliamente, sino que también –con el ave carnicera que lleva en la proa–, ha pasado a ser el símbolo de las acciones criminales más siniestras que se hayan implementado nunca en los países hermanos del cono sur.
Bajo estas circunstancias, su visita anual a distintos puertos del mundo no es ni puede ser bienvenida mientras los mandos de la Armada de Chile no superen su cobardía moral, reconozcan el uso criminal que se hizo del buque y demás centros de detención, tortura y muerte de su dependencia, entreguen los nombres de los criminales, los den de baja deshonrosa de sus cuadros activos o en retiro, y cooperen honesta y efectivamente con los tribunales de justicia entregando toda la información y documentación que sea relevante.
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