Patricio Cordero, marinero constitucionalista, en sus tres años de presidio comparte por un tiempo la celda 147 de la Cárcel de Valparaíso con el músico de la región Alvaro Vidal Pérez, preso también por causas políticas para el golpe de Estado quien fue detenido el 11 de septiembre de 1973 a las 14 horas y conducido a la tercera comisaría puerto de carabineros en las cercanías de la Iglesia Matriz donde a punta de culatazos le zafaron dos vertebras provocandole secuelas físicas hasta el día de hoy.
En esta vida comunitaria, Álvaro quien posee una guitarra acústica transmite parte de sus conocimientos musicales a Patricio enseñándole tres acordes y algo de rítmica antes de su partida al exilio a la R.F.A. en mayo de 1975 el cual se acogió al „beneficio“ del decreto ley 504 de conmutación de la pena. Al abondonar la cárcel, le deja la guitarra a Patricio de regalo el cual intensifica sus conocimientos en cautiverio.
Por cosas del destino, Patricio al partir al exilio el año 1977 lo hace también a la R.F.A reencontrándose con su maestro musical y continúan ruta en dúo manteniendo las raíces y vínculos culturales por un lado y por el otro, estimulando musicalmente la solidaridad en contra la dictadura.
En la Foto un concierto de solidaridad el 28 de mayo 1978 en la sala de congresos de la ciudad de Heidelberg organizada por los circulos de estudiantes universitarios y el comité por latinoamérica de la ciudad.
Este Link los conduce a un festival donde Alvaro y Patricio participan musicalmente en la ciudad de Bochum en junio 1978
Álvaro quien también permaneció recluido en el campo de concentración de Melinka, musicalizó en presidio el texto compuesto por el prisionero político Rolando Muñoz Sánchez „Permanecemos“. Esta canción, ganó el primer premio en el Festival musical que se realizó en el campo de concentración en 1974 para entretener a los custodios.