Proyectos de resistencia en las escuelas de especialidades*
Después del Tanquetazo, los grupos de las escuelas discuten cómo enfrentar un golpe. Su situación es desfavorable, pues casi no tienen armas sólo “algunas ametralladoras de defensa personal”, comenta José Jara, y las escuelas se encuentran al lado de la Infantería de Marina, de donde esperan recibir el “ataque principal”.
El proyecto de resistencia es ocupar y mantener las unidades, combatiendo si es necesario. En caso de repliegue, lo harían a la zona industrial “cordón 15 Norte” situado en las proximidades, aunque los trabajadores de este cordón ignoran todo.
La mejor manera de evitar un ataque de la Infantería de Marina – explica Jara – es ganar a los infantes. Las últimas semanas, los marinos del grupo de la Escuela de Ingeniería inician un trabajo de contactos; consiguen ganar dos infantes que estudia en al Escuela, y conversan con otros. Poco después establecen otraos contactos con el regimiento Miller de la Infantería de Marina, pero ya el golpe se viene encima. ([E] Jara, 2002).
El grupo de la Escuela de Ingeniería – recuerda Mariano Ramírez – no tenía coordinación con las otras escuelas del sector ( telecomunicaciones, artillería) quizá a causa del desacuerdo de 1961, cuando estas no apoyaron el bandejazo. “ la idea central era parar el golpe el día que se diera. Nos íbamos en principio a salir, y en segundo lugar, si las cosas se ponían feas, íbamos a defender con las armas nuestra posición”. Se trata de un plan defensivo, explica Ramírez:
“nuestro propósito no era como el que ocurrió en la escuadra, nosotros nunca nos planteamos hacer algo ‘antes digamos’, sino nuestro propósito era hacerlo el día ‘D’, y por eso es que la organización es un poco diferente. Es más hacia adentro, es más clandestina, nunca quisimos hablar con nadie, nos vinculamos algunos con partidos pero tampoco dejamos de que los partidos nos impusieran cosas ni nada de eso. . ([E] Ramírez, 2001)…
Días más tarde, los marinos detenidos serán interrogados sobre el plan, La causa 3941 registra algunas respuestas, obtenidas bajo presión. Alvarado: “neutralizar cualquier intento que afectara la seguridad interior del Estado, que pusiera en peligro la vida de los chilenos (Causa 3941, foja 163). Jara afirma que tenían un esbozo de plan para tomar la Escuela de Ingeniería: neutralizar el casino de oficiales, tomarse la guardia y la sala de armas. Esto es lo que figura en el proceso, sin duda dicho bajo presión:
“ la idea básica fundamental era formar un frente que permitiera evitar un golpe de Estado, o al menos neutralizarlo. Que asimismo, si se daban las condiciones, hacer una revolución con el mínimo de costo social a fin de cambiar este gobierno, que estimaba reformista, por uno revolucionario, en que hubiera igualdad de oportunidades. Que se creara una escuela matriz a la cual entraran todos y de la cual egresarían los tripulantes entre los cuales, al cabo de unperíodo de cinco a diez años se eligirían los mejores para hacer los cursos de oficiales” (Causa 3941, foja 160-161).
Los marinos organizados en la Escuela conocen la existencia del grupo de la escuadra, sobnretodo a través de la información proporcionada por los partidos, pero no mantienen contacto directo entre ellos. El grupo de la escuadra intenta establecer un vínculo que no perdura: después de las detenciones en las escuelas, el sargento Cárdenas pide a Jaime Salazar que va a informarse a la Escuela de Ingeniería y a la Escuela de Armamentos. En esta última , Salazar contacta a Nelson Bravo, Ricardo Tobar y José Ojeda, y consigue saber algo ([E] Salazar, 2002). Luego intentan entrar en contacto con el grupo de la Escuela de Ingeniería.
Mariano Ramírez recuerda la llegada de Jaime Salazar a la Escuela, un día de julio, hacia el mediodía. Un marino de guardia ve aproximarse a Salazar y previene a Ramírez. Éste último sabe que el visitante es parte del grupo de la escuadra y que viene a contactarse con ellos; pero Ramírez le sale al encuentro y le pide que se retire: “Ándate compadre que estás quemando la Escuela ([E] Ramírez, 2002). El otro dirigente de las escuelas, José Jara, sólo conocerá al sargento Cárdenas meses más tarde en la cárcel ([E] Jara, 2002).
El grupo de la Escuela de Ingeniería es invitado a las reuniones entre los marinos y líderes de izquierda, pero las fuentes divergen sobre quíen y cómo se extendió la invitación. Mariano Ramírez afirma que Félix Vidal les propone asistir a la reunión con Carlos Altamirano y Miguel Enríquez y les comunica el lugar de contacto para ir a Santiago ([E] Ramírez, 2002). Vidal, por su parte, insiste en que él no les propuso esa reunión, de la que no estaba informado. Quizá fue Carlos Díaz, dice, “pero yo no” ([E] Vidal, 2002). Sea como fuera, el grupo de la Escuela opta por no asistir, ya que para lo que se proponen, no requieren contactos con dirigentes, recuerda Mariano Ramírez:
“Nosotros sospechábamos que una reunión de esa naturaleza con los líderes de la época era algo que no se podía hacer. No se iba a mantener en secreto, iba a haber filtraciones, etc., etc. Y así fue, por eso nosotros pensamos que nosotros no teníamos nada que ir a hablar con el Miguel Enríquez ni con Altamirano, para lo que nosotros nos proponíamos no necesitábamos a nadie” ([E] Ramírez, 2002).
El cabo Miguel González, de la Escuela de Telecomunicaciones, también es invitado a las reuniones con Altamirano, Enríquez y Garretón, pero prefiere no asistir. Los dirigentes de la izquierda – piensa – debían estar al tanto de la conspiración y no había necesidad que la confirmaran los marinos: “Ésas fueron las dor razones, primero riesgo para nuestros intereses de organización incipiente; y segundo, ir a regalarles a los civiles información que ellos ya sabían, pero que no tenían idea de cuál era la envergadura que tenía ese movimiento”. González concluye que los marinos no consiguieron desarrollar una organización que pudiera detener el golpe ” ([E] González, 2003).
Por su parte, Ricardo Tobar, de la Escuela de Operaciones, explica que el plan de su grupo era tomarse “las reparticiones de la Armada para impedir una matanza que hubiese sido muy, muy grande. Y la cual de hecho fue ” ([E] Tobar, 2001). En resumen, los grupos de las escuelas se enteran del plan de toma de la flota, pero no adhieren a él. Ramírez lo explica así: “Nosotros no quisimos hacer eso, nunca nos quisimos coordinar [con el grupo de la escuadra] hasta que nosotros no estuviéramos absolutamente seguros de que la cosa iba a funcionar ” ([E] Ramírez, 2002). Resulta paradójico que el MIR no haya insistido en convencer a los marinos de la Escuela de Ingeniería para que participen en el proyecto de ocupación de la flota. Quizá, como lo dice Mariano Ramírez, el movimiento sabe que no estaban de acuerdo….
Reunión de coordinación de los marinos de las escuelas, en Quillota
La reunión de coordinación – y la última – se efectúa el sábado 21 de julio (Jara habla de la última semana de Julio y Fernández de un sábado. Sólo puede tratarse del sábado 21 pues el sábado 28 Jara será detenido), a las 18 horas, en Quillota, en casa de un tío del marino electricista José Luis Fernádez. Según las declaraciones que figuran en el proceso asisten: Alonso, Alvarado, Fernández, Jara, Ramírez y el “Rucio” ” ([E] Causa 3941, foja 160; 184). Sin duda hay algunos más, ya que según los recuerdos de Jara, “éramos como 15”. Para Mariano Ramírez , llegan a la reunión entre 15 y 20 personas, entre ellas Félix Vidal acompañado de otro mirista que se limita a escuchar: “va todo el mundo, va gente del PC también” que pronto debían se trasladados a Talcahuano ” ([E] Ramírez, 2002). “Logramos hacer una coordinación”, concluye ([E] Ramírez, 2001)….
…Por poco tiempo, pues las detenciones en las escuelas comenzarán dentro de 7 días.
*Extracto del Libro, Los que dijeron “ NO “, Editorial LOM, del Historiador Jorge Magasich Tomo II, 52 – 56