El marinero constitucionalista Luis Ayala Herrera recibe en la Escuela de Grumetes en 1969 el arma de las manos de su madre para la defensa del País y bajo juramento defender la Constitución, las Leyes y a la Autoridad legítimamente constituida. Juramento que cumplió al pié de la letra, y fuera condenado por su lealtad a estos principios que regían La República.
La madre de Luis Ayala sería en la antesala del golpe una de la mujeres que representaría, lo que se podría llamar, los primeros ” Comités por la Defensa de los Derechos Humanos” en Chile.