Luis Eduardo Rojo Gaete

Marinero 1° Mecánico Electrónico.

Dotación: Destructor Blanco Encalada

Detenido el 6 de agosto de 1973 por sus posiciones constitucionalistas en el Puerto de Valparaíso.

Condenado por sedición y motín a 3 años y un día de cárcel por la Causa Rol N° 3926/73

Purga 3 años y días en diferentes presidios y campos de concentración.

El cable de luz

Dedicado a mis compañeros

con los cuales compartí los días de prisión.

Extraño título para una narración anecdótica, el termino empleado, en sí mismo es un error técnico, sin embargo como justificación al título, mencionare que efectivamente y basándose en un hecho real, ocurrido un día cualquiera mientras permanezco en prisión entre los años 1973-1976…la experiencia vivida …se transformó para varios de nosotros simplemente en ” el cable de luz”.

A mi acostumbrado estilo, es decir medio en broma medio en serio, pasare a narrar esta aventura … he de solicitarle a Ud.  estimado lector, que con una pequeña cuota de imaginación viaje conmigo al pasado, se concentre …y si no tiene nada más importante que hacer  …disfrute de esta historia.!

Enclavada en uno de los tantos cerros de Valparaíso y a veinte minutos  de continuo y agotador caminar cuesta arriba desde el plan, ( esfuerzo que al ingresar me evite ) …se encuentra aquella edificación cual gigante caja rectangular , pintada de un blanco barato .Rodeada de altos murallones , con vigilantes incluidos , que se pasean en lo alto las veinticuatro horas  del día , delatan el objetivo para el que fue construida y que cumple rigurosamente los trecientos sesenta y cinco días del año.

La estructura propiamente tal, difícilmente podría encasillarse en algún definido modelo arquitectónico de relevancia , en todo caso poca o nada importancia tiene esto último en especial para los que aquí permanecemos . Consta de tres pisos , por describirla de algún modo..( sin ascensor ) …!lejos está de ser un hotel !…no solo por la servidumbre que viste uniforme gris oscuro y ” amenazante garrote “… además por sus ” huéspedes “…que a diferencia de los verdaderos pasajeros de hotel , no somos quienes decidimos cuando hacer abandono , tampoco el ” menú”, menos  la hora de llegada, sin embargo debo mencionar que la escuálida alimentación al menos es gratuita.

El complejo estructural abarca un amplio espacio, incluyendo entre otros, oficinas de administración, dependencias anexas, talleres de trabajo, un salón de teatro (jamás vi una película ahí), diferentes patios, celdas de castigo y la tradicional no menos terrosa cancha de futbol, en donde la competencia exige que el equipo representativo interno inapelablemente juegue sus encuentros de ” local “.

La base central al interior, la constituye un espacio rectangular a modo de ” patio techado”, en donde a ambos costados a todo lo largo y alto de su extensión se encuentran las ” habitaciones privadas ” de dos por tres (metros) … digo ¡privadas! … pues cada una posee una puerta de acceso y una ventana protegida por acerados barrotes (hasta donde yo sé … nunca nadie intento entrar), lo que le da un toque de privacidad …! pero de libertad!

En cada uno de los tres niveles existen aproximadamente treinta y cinco ” habitaciones ” en cada uno de los costados … (de un ambiente Bueno !…el ambiente lo ponemos los que allí convivimos …..como Uds. han de suponer !,por lo general el ambiente es de …! encierro !.En uno de los extremos del interior se encuentra ubicada la escala de subida  a los pisos segundo y tercero , aclaro que es de subida y bajada …claro es una sola !..aunque contrariamente a esto último según he sabido más de algún ” infeliz ” se ha evitado el descenso del tercero por los peldaños y ha optado por la vía más rápida y violenta que no es otra que lanzándose al vacío desde las alturas , aterrizando en el concreto no habilitado para tales efectos ….evidentemente con las consecuencias propias que trae consigo un hecho de esta naturaleza ….! muerte natural !… obvio! … ¡era natural que muriera! después del tortazo. Aunque en honor a la verdad hay que mencionar que este gesto último, o … último gesto! es ” una ” de las dos alternativas legales que existen para abandonar este mugroso lugar.

! En fin !…siguiendo con lo nuestro , yo habito una de las celdas del tercer piso , destinadas a los “pp”…( presos políticos )debido a que muchos de los nuestros ! afortunadamente !ya pertenecen al mundo libre , tengo la posibilidad de no compartirla .En los inicios de esta trágica incursión , dado el alto número de ” disidentes ” del régimen , la cantidad era tal que debíamos compartir la celda hasta un numero de seis , actualmente muchos de ellos ya han obtenido la libertad y solo estamos quedando , ! a decir de nuestros carceleros !….” los más comprometidos “….lo que da lugar a que por decisión propia , me encuentre sin compañía humana en esta  celda .

Ingresamos a este ” submundo ” un grupo de marinos a fines de agosto del ’73, digamos mejor ” ex “…pues para entonces ya no nos cabía duda que de algún modo la institución estaba tratando de deshacerse de nosotros  …( ya lo había hecho )..y lo que era peor se abría un proceso en contra nuestra tipificado ” algo así “…como  ” incumplimientos de deberes  militares ” recalco ” algo así “, pues nunca ha estado aclarada ……..y nunca lo estuvo!….nuestra real causa de procesamiento. Esto ocurrió en los comienzos, pues posterior al ” golpe “, sin agregar antecedente alguno , la misma acusación paso  a ser caratulada de ” sedición frustrada”…en una clara maniobra de que la verdadera y única razón saliera  a la luz pública , que no era otra que denunciar los intentos golpistas por parte de la oficialidad. Uno de los tantos ” detalles ” que habla por sí mismo es aquel que proviene de los representantes de la justicia naval, durante la investigación …en uno de los párrafos se menciona que : “No consta fehacientemente de ninguno de los antecedentes entregados por la defensa o las declaraciones presentadas en el proceso ……..la organización de la oficialidad para derrocar al gobierno “..!!??

Como se vería después, no solo los altos oficiales de la armada, además los de las otras ” Ramas ” en coordinación preparaban la cuenta regresiva para llevar el plan gestado mucho tiempo atrás en contra del gobierno constitucional y en el cual no estábamos dispuestos a participar. No era solo por cuestión de ética o moral, incluía además el respeto a la constitución… (del ’25) …en especial a los artículos tercero y cuarto, aparte del juramento nuestro … al ingreso de la institución de respetar y proteger el gobierno establecido y sus leyes .Que es la base principal en la cual nuestra posición siempre se ha sustentado y que orgullosamente creemos nos llevó a ser rotulados desde el comienzo de la investigación , como ..” los marinos constitucionalistas ” En resumen digamos que el proceso consta de  varias anomalías jurídicas , entre otras ….la improcedencia del delito ,….el cambio procesal ,….la defensa dolosa y limitada …etc. , etc. ,como posteriormente saldría publicado en los documentos desclasificados de la ” C.I.A “….En resumen todo este proceso esta acumulado en un montón de páginas que aquí no es el propósito de comentar.

Fuimos trasladados a este ” submundo ” desde un cuartel perteneciente a la Armada, lugar en donde cumplíamos detención preventiva desde los primeros días de Agosto, para ese entonces ya no solo habíamos sido separados y privados de nuestros derechos como uniformados , además enviados a celdas de incomunicación, llamados a declarar a diferentes horas del día o de la noche y en varios casos…( que aquí no voy a detallar )…sometidos a malos tratos físicos ..menciono esto último para no emplear la palabra ..” tortura “.

Para cada uno de nosotros, esta situación, mejor dicho esta amarga experiencia es ajena a toda expectativa  que podamos imaginar , todos los que aquí estamos , provenimos de familias constituidas  en donde hemos recibido patrones de buen comportamiento , buenas costumbres y nivel educativo de enseñanza media , no por nada habíamos postulado , rendido pruebas y finalmente  aceptados en la institución , egresando de las respectivas escuelas matrices con las exigencias propias de estas . Por lo tanto, no es fácil aceptar el lugar en el que hemos ” aterrizado” … ¡la cárcel! … lugar otrora destinado comúnmente a los delincuentes (de acuerdo a nuestros preceptos) … agregando  las minadas  condiciones físicas y psíquicas , el panorama no ofrece un futuro  muy alentador . Sin embargo contamos con la tranquilidad de saber que nuestra causa es justa y digna, basándonos en aquel solemne juramento de ser defensores de la constitución, la ley y el orden establecido …sin ser poseedores de una bola de cristal al ingreso a este recinto, los hechos posteriores justificarían plenamente nuestra postura en relación al eventual, degradante y repulsivo acto de traición por parte de los altos mandos de las ramas militares que dan origen a la dictadura .

Este resumido y breve preámbulo tiene como único objeto traerlos al escenario en donde esta historia se desarrolla , el proceso , la causa , toda la seriedad del asunto quedara para los analistas , penalistas , juristas , o cualquiera que desee indagar en el interior de las páginas que contienen los dos volúmenes del proceso , desde ya le advierto a quien intente descifrar esta ” madeja ” se va a encontrar que aparte de un centenar de ex uniformados y civiles , están involucrados  el alto mando  de las FFAA, los curas , los políticos , y por supuesto los abogados interpretando a su manera los códigos y cuanta ley hacen aparecer…..sin mencionar que el gobierno de turno del imperio de Gringolandia con secretario de  estado , el  FBI  y  la  CIA incluidos , están metidos hasta el ” contre ” en este asunto.

No solo para los internos comunes fue sorpresa que hubiésemos llegado por esos lados, somos los primeros detenidos políticos (excepto por uno que ya estaba) …detenidos en democracia, los gendarmes nos miran con extrañeza y algo de desconfianza , pero seguro sin analizar mayormente el tema , después de todo para ellos pasamos a constituir un numero más que se suma a los actuales , y la rutina debe continuar.

A poco de andar los días, la resignación se hace parte de nosotros y comenzamos a integrarnos a la estéril rutina interna, aunque difícil de aceptar, concluimos que lamentarse no nos aliviara la estadía , en este intercambio de comentarios y apreciaciones , con la incertidumbre sobre nuestros hombros , por lo general terminamos  cada  conversación.

Los días se suceden uno tras otro…. como fotocopias del original! …..excepto aquellos en que los familiares tienen acceso a compartir unos minutos con nosotros ..gendarmes incluidos por los alrededores, los horarios se cumplen regularmente, lo que se traduce  que a las ocho y media de la mañana la puerta  de las celdas es liberada del ” tradicional ” acerado pestillo con un violento accionar , lo que consecuentemente trae consigo un ensordecedor ruido en cascada que anuncia ..!”un nuevo amanecer “!…posteriormente la habitual formación en la cancha de futbol para el ” conteo ” matinal a las nueve ,que por lo general hay que repetir , dependemos por lo tanto ya sea de la inesperada ausencia de algún osado que decidió estar quien sabe dónde, o de la habilidad matemática de nuestros guardianes de turno para pasar al desayuno .

Una vez superada la prueba , podemos dedicarnos  a diferentes actividades …( siempre y cuando sean desarrolladas en el interior)….entre las más comunes puedo mencionar la lectura , trabajos artesanales , escritura diversa , prácticas de música , charlas , ajedrez u otro juego que en parte nos permita  al menos por un rato abstraernos de tan crítica situación….Como las horas transcurren sin mayor acción que destacar, resumiré que a las cinco de la tarde  nuevamente estamos dispuestos con nuestra asistencia y  paciencia acostumbrada, a poner a prueba toda la habilidad ” Pitagórica ” del equipo en pleno de Gendarmes , para posteriormente pasar a nuestras respectivas ” habitaciones ” que luego a las seis , serán cerradas con la misma ” sutileza ” acostumbrada que ahora en proceso inverso al de la mañana hará el portero voluntario de turno.

En cada celda a modo de iluminación existe solo una ampolleta que permite al menos leer hasta las nueve de la noche, hora que con rigurosidad , de acuerdo a la restricción de energía es cortada y apagada……! Nunca logre explicarme aquello de la restricción !…….Si es por el presupuesto carcelario ?…..Por falta de potencia en el suministro !?……o simplemente para hacernos más miserable la estadía ?…de cualquier modo estamos destinados a quedar sin luz  después de las nueve , impidiendo obviamente llevar a cabo una actividad ….al menos que prendamos un par de velas !…incluso algunos cuentan para la entretención una radio o televisor , que de nada sirve sin la energía .Sin embargo los pasillos  cuentan con iluminación durante toda la noche por medio de tubos fluorescentes que fijados a una altura prudente penden a cierta distancia uno de otro a lo largo del corredor ….lo que no deja de despertar la ” tentación ! como era de suponer !..en los que somos entendidos algo en materia de cables  y afines en indagar por curiosidad , de ver modo y sin provocar mayores alteraciones , la posibilidad de efectuar algún tipo de conexión..” clandestina ” por supuesto !…..Que nos permita burlar la medida restrictiva y de paso dar ” claridad ” a nuestra oscura existencia.

Lo primero que hacemos es ubicar la línea del positivo que lleva la energía a los tubos fluorescentes y conectarnos con un discreto cable haciéndolo pasar por el espacio superior de la puerta , proceso que tenemos que hacer cada día minutos antes que comience el cerrado de pestillos , para evitar la curiosidad del vigilante del tercer piso durante el día , el otro polo , el negativo lo obtenemos conectándonos a los barrotes de la ventana , que de antemano sabemos que están unidos a la estructura bien enclavados  a tierra, logrando así cerrar el circuito eléctrico. De este modo logramos astutamente burlar la restricción y no solo contar con una ampolleta estratégicamente situada en el interior (para evitar sospechas del exterior)..sino que además agregamos un discreto enchufe para la radio, …demás esta decir que poco nos duró el truco , ! lo que fácil viene !…fácil se va !…el precario invento era demasiado extraño y bastaba solo un tirón para dejarlo fuera de acción con la respectiva advertencia .

Como aquello no resulto , agudizamos levemente nuestro ingenio, para lo cual el siguiente paso era conseguirse un tipo de cable fino para nuestro proyecto .Descubrimos que los cables que conectan a los tubos del exterior, dejaban una sombra obscura sobre la muralla durante la noche , casi  a la altura del borde superior de la puerta , decidimos de algún modo pegar  sobrepuesto a lo largo de la  sombra , aquel cable , del grosor del hilo de coser, y hacerlo llegar al interior un tanto más ” camuflado ” que el anterior , era semi invisible  a menos que se inspeccionara detalladamente ,  la suerte nos acompañó por un espacio de tiempo mayor que el anterior , finalmente fue descubierto y naturalmente desmontado sin permiso , ni mayor aviso…! A pensar en otra cosa!.

Paso algún tiempo sin concentrarme en el asunto , aparte que con las tentativas anteriores , los ánimos no eran los mejores ,  un día mientras deambulo por  los alrededores ,  ”  Jimy ” , uno más del ” equipo “, se acerca y con su típica  e  intrigante serenidad me comenta ;…que te parece la idea de obtener energía eléctrica permanente , incluso para más de una celda ?…! me parece bien !…pero …cómo?…! asombrado le pregunto !….mostrando levemente una sonrisa y alzando las cejas me responde ….!  muy simple! … por sobre el techo atraviesa un cable con corriente y está sobrepuesto en la techumbre…de acuerdo le digo! …pero eso que tiene que ver   allá afuera en los postes de la calle también pasan un montón de cables!…  por lo demás ese que tu mencionas de seguro ha estado allí quizás cuanto tiempo y lo más seguro es que siga allí a menos que la edificación se derrumbe, así es que por de pronto dejémoslo ahí! Lo cierto es que yo no tenía idea primero lo del cable y segundo de donde venia o para donde iba …en definitiva bien misterioso resultaba aquel descubrimiento.

¿Cuál es la idea? … pregunto intrigado al mismo tiempo que intento descubrir sus intenciones …y si bien es cierto la oferta es tentadora, no logro entender como Jimy piensa llevar a efecto su plan…Se detiene antes de dar otro paso y por unos segundos solo me mira y maliciosamente sonríe …como adivinando le replico! …Te volviste loco! … no pensaras subirte allá arriba y conectarte?… ¡exacto! … eso es precisamente lo que te iba a decir … lo miro … y le digo …! oye gueon! …estay hablando en serio?

¿Pero cómo? … tú crees que es llegar y subirse, así como así ?!…Ya sé que tiene algún grado de dificultad! … me responde, pero yo solo no puedo, como tu entiendes de estos asuntos tendrías que realizar la parte técnica

Putas! … este Jimy! no se si sentirme halagado, por invitarme a realizar tan secreta maniobra … o …mandarlo no se dónde … (obviamente no muy lejos) … sin lugar a duda que alguien le dio el dato, respecto a mi insistencia en el tema, pese a los breves logros anteriores.

Mientras nos paseamos por la cancha discutiendo el tema, que si bien no intento eludir, al menos tengo la ilusión que Jimy no logre avanzar en la primera etapa en que hemos acordado él se hará cargo, para después entrar yo en acción, pues sin lugar a dudas, a diferencia de las anteriores, esta sí que tiene riesgos. ¡En todo caso de resultar será más difícil que la detecten … al menos eso creemos!

Quedamos de acuerdo en realizarlo tan pronto pudiéramos , por de pronto depende solo de nosotros el iniciar la maniobra, Jimy se veía muy entusiasmado con todo esto y yo por mi parte no quería defraudarlo, por lo que algo de cooperación demostraba  durante los comentarios respectivos que entre los dos hacíamos .Un día después del almuerzo , nos acercamos al gendarme de turno del tercer piso y Jimy con admirable personalidad y con toda soltura de cuerpo le plantea la intención de subirse al techo junto conmigo  a  fin de reparar una que otra plancha de zinc, que al parecer es la causa de la humedad que asoma al interior de una que otra celda,… incluso goteras !…entre tanto yo por mi parte uno que otro comentario agregaba, como reafirmando los argumentos que magistralmente Jimy estaba planteando , que por lo demás no estaba lejos de la realidad ( lo de las goteras ) la idea en si hasta cierto punto era creíble! no siempre hay voluntarios para reparar el techo gratuitamente aunque de una cárcel se trate ! no muy convencido … aunque al parecer le daba lo mismo…el guardia termino aceptando, eso sí que teníamos que ir a hablar con el jefe de la guardia interna , para efectuar los siguientes pasos, al menos hasta aquí algo habíamos obtenido, con el permiso ya asegurado, las explicaciones restantes fueron más que nada un simple trámite, eso sí que ahora necesitábamos un gendarme voluntario que nos acompañara  al patio exterior a objeto de obtener la escalera que nos conduciría a las alturas del techo, solos no podíamos ir … ( reglas internas ) … comenzaba a complicarse la operación … afortunadamente de entre los cuatro o cinco gendarmes que había en la “guardia interna” encontramos un voluntario que luego de escuchar a Jimy su planificado y detallado relato , decidió no de muy buenas ganas , acompañarnos  a conseguir una  escalera .Tras sus pasos, al mismo tiempo que a espaldas del gendarme intercambiaba un leve gesto de aprobación con Jimy, nos encaminamos . Nuestro “salvador” guía avanzaba manojo de llaves en mano , abriendo cuanta puerta y portón se le ponía por delante al mismo tiempo que profería comentarios poco entendibles, que se confundían con el ruido de tanto candado y cadenas .Para resumir … el poder de convencimiento de Jimy dio los resultados esperados y es así que al rato y con la pesada escalera a cuestas ,estamos a metros de llegar al punto de partida de nuestra obra, a todo esto habíamos conseguido que se notificara  a los guardias de los ” murallones” sobre nuestra maniobra ” reparación de techumbre ” … no fuera a ser que creyeran que tratábamos de fugarnos .

Jimy trepa primero y antes que pueda seguirlo , se me adelanta el guardia …” sonamos! pensé” … con este ayudante  extra allá arriba , no nos va a quedar otra que verdaderamente arreglar el techo …Jimy que ya casi desaparecía de nuestra vista le comenta que todo alrededor está lleno de tierra y mugre que han dejado las tiernas palomas, lo que seguramente arruinara su “impecable”  uniforme, con alivio veo que nuestro intruso guardia se devuelve esparciendo garabatos alusivos a la situación…! la suerte hasta aquí está de nuestro lado !..la adrenalina me hace subir los peldaños más rápido que bombero en plena competencia .

! Estamos sobre el techo!, se aprecia todo Valparaíso maravilloso paisaje, mar y horizonte juntos después de tanto tiempo … que ganas de tener alas y echarse a volar ! … pero no es hora de soñar … hay que ubicar el famoso cable que a simple vista no aparece por ningún lado, se suponía que sería fácil distinguirlo? … al cabo de unos minutos de respectivos improperios, ya lo tenemos en nuestros pies, a decir verdad, yo no tengo la menor idea si esta energizado , no tenemos como probarlo!, un poco de “teatro” por aquí y por allá, comienza mi delicada intervención … los nervios y la adrenalina fluyen a cada segundo, dado el grosor del cable , lo más probable que esté conectado a un interruptor de alto consumo, por lo que extremo las precauciones y así evitar quedar como ” carbón “. No sin obstáculos, realizo la operación … todo aislado, ¡una última revisión! … al parecer todo está bien …nuestro paciente tiene ahora un injerto que se extiende en dirección opuesta, directo a una de las tantas ventanas, de antemano predestinada … nos damos un par de vueltas sobre el lastimoso techo , que al menos hagan creíble nuestra simulada versión a los guardias de la muralla , que a lo lejos de cuando en cuando nos dirigen una que otra mirada y damos por terminada la odisea.

Falta poco para las cinco de la tarde , nos despedimos del paisaje y bajamos , la devolución de la escalera resulto menos ” protocolar ” que conseguirla, nos damos un paseo por la cancha a modo de relajo y aquí no ha pasado nada, estamos ya como cada día encerrados en nuestras respectivas celdas, ahora solo falta esperar a que den las nueve de la noche … intento olvidarme de las horas anteriores … abstraído en mis lecturas y escrituras lo consigo … claro que solo hasta entrada la noche , pues junto con apagarse la luz de la pieza, se apagan todas las luces … la cárcel al parecer está totalmente a oscuras! no se ve iluminación interior por ningún lado! ceguera total a mi alrededor! las luces de la calle parecieran brillar más que de costumbre, estamos peor que antes! oscuridad es todo lo que se aprecia! abajo se escuchan voces! … pasos … carreras de un lado a otro! ¡más de alguien vocifera frases de contenido poco ortodoxo, minuto tras minuto la oscuridad sigue igual!

De pronto una débil voz … ¡es Jimy! … me acerco a la puerta, del otro lado susurra mi nombre intentando llamar mi atención …Que paso? me pregunta a media voz … ¡no tengo idea! le contesto, no hubo más comentarios entre los dos.

¡Tengo la soberana sospecha que todo esto sea una coincidencia! …mientras retrocedo mentalmente al punto inicial de la “operación” … no entiendo! … como única explicación razonable sería que la aislación no fue suficiente y al estar la conexión bajo la plancha de zinc, esta lo haya rebanado producto de la alta corriente que seguro circulaba por el cable, quedando todo a tierra luego del feroz “cuete” que tiene que haberse producido.

Prefiero no pensar en esa posibilidad … pero ¿cómo? … si estoy seguro de haber hecho todo correcto!? … será mejor acostarse y pensar que debe ser otro el problema, aparte que de noche todo se ve más oscuro! ¡sobre todo esta noche! que verdaderamente esta oscura. Ya veremos al otro día nuestra audacia ha ido muy lejos esta vez me digo! resulta muy difícil creer que de todos los guardias involucrados, no haya al menos uno que llegue a la conclusión que algo tenemos que ver en el asunto! después de todo la coincidencia está a la vista, mejor dicho … ¡a ciegas! pues la oscuridad aun es total.

Despierto al tradicional ruido de pestillos, mi mente solo tiene espacio para el maldito cable, ahora la pregunta … ¿qué se hace? … por de pronto al parecer nadie sospecha nada, Jimy y yo por una que otra seña decidimos no acercarnos, en cualquier momento pienso nos llamaran, afortunadamente esto no ocurre, ya cerca de las diez de la mañana, como por algo hay que empezar, decido hablar con González (Miguel Gonzales ex – marino y compañero de causa) Electricista de profesión en la Armada , a diferencia de mi especialidad que es de Electrónica …camina de un lado a otro, me entero que le han solicitado su cooperación para al menos dar una posible teoría respecto al “apagón” que aún persiste!, a todo esto el electricista “oficial” del penal … anda loco! … no hay caso no aparece la falla por ningún lado

Gonzales! … me acerco y le cuento la historia del día anterior, por su expresión me doy cuenta que no le ha causado ninguna gracia! de todos modos me aconseja  que averigüe sobre mi teoría para salir de la duda … Noo! … ahora sí que será difícil … Con todo este lio y nosotros pidiendo permiso para arreglar el techo … ¿¡otra vez!? … qué diablos! ya estamos metidos en esto y trataremos de algún modo de salir, Me reúno con Jimy y le planteo mis dudas, el poco entiende de los términos que empleo para intentar explicar el posible error, sin embargo, está dispuesto a repetir la operación. Afortunadamente y debido a la experiencia de los pasos dados el día anterior, en breve estamos trepando por la escalera rumbo al techo.

Curiosamente sin mayores preguntas los gendarme nos creyeron que no habíamos alcanzado a terminar el día anterior nuestra abnegada y desinteresada labor, nuevamente con nuestras “escuálidas” herramientas estamos caminando sobre la techumbre, no hay tiempo para contemplar la ciudad sólo una cosa nos preocupa! parados a centímetros del “cuerpo del delito” me percato no sin menor asombro como lo suponía, que nuestra operación … mejor dicho “mi intervención” no contaba con el fuerte viento durante la tarde anterior, el cable principal esta rebanado bajo la plancha de zinc, debido al movimiento reiterado de esta última con las huellas características, lo que deduce  que sin lugar a dudas ahí es donde se produjo el “cuete”, que origino el apagón … A Jimy le digo, ¡saquemos todo y larguémonos cuanto antes de aquí! … Estay más gueon … me responde, ponle todo el rollo de cinta aisladora después de todo ¡ese es el único problema! … No me queda otra … ante su diplomática insistencia.

Ya más relajados,( al menos yo ) nos damos un par de vueltas más sobre la crujiente y poco estable superficie, para luego dar por terminada la aventura … bajamos sin obstáculos y por supuesto intentando en todo momento de mantener una postura de absoluta seriedad y compromiso con la labor realizada …”reparar el techo” … interiormente estamos con otros pensamientos camuflados .

En la conversación anterior que sostuve con Gonzales , habíamos analizado las diferentes causas de todo este lio y acordamos que de ser lo que era más probable … que en efecto lo fue! …yo le haría una seña para que el de algún modo para evitar sospechas, efectuaría algún tipo de “maniobra”, razonablemente creíble, dando a entender que había encontrado y solucionado la falla eléctrica. Con Jimy nos separamos de vuelta de poner la escalera en su lugar y rato más tarde, en la primera oportunidad que tengo, le envío la señal a Gonzales, quien atento a mis movimientos y demostrando una actitud de profesionalismo a toda prueba, (aparte de su habitual seriedad), da instrucciones para que el electricista oficial haga una prueba accionando el interruptor “maestro” del tablero principal , que supongo se encuentra en algún lugar “estratégico” … fuera del alcance … al menos de nosotros .

¡Todo perfecto! … los elogios y felicitaciones obviamente están dirigidas a Gonzales, del tema no hicimos el más mínimo comentario entre ninguno de nosotros.

Epilogo

Respecto a nuestro “clandestino” cablecito, debo mencionar que se fue poco a poco “estirando” por rincones, perforaciones, barrotes, siempre bien disimulado, hasta alcanzar un número incontable de celdas en el tercer piso, que prácticamente al final eran muy pocas las que quedaban sin energía pasadas las nueve de la noche … fueron varios meses que aquel ” noble ” conductor cumplió con su disimulada, pero eficiente labor.

Finalmente, a poco tiempo de nuestra libertad, en un “allanamiento”, el más violento que recuerdo en comparación a los anteriores, una vez éste hubo terminado, al volver a nuestras respectivas celdas …había desaparecido … ¡en todas ellas! … junto a un número indeterminado de nuestros bienes personales, sin mayor explicaciones tampoco preguntas! y esta vez seria para siempre.

Nota del autor

Con posterioridad a los hechos que acabo de detallar, he llegado a la conclusión que tan atrevida y temeraria acción, pudo haber tenido más de alguna lamentable consecuencia, en especial para Jimy y yo.

Como descargo, quisiera acotar que a falta de proyectos en tan precaria y saturada rutina, sumado al extenso tiempo infructuoso … excepto en nuestras mentes, más que burlar los efectos de la “restricción”, el acto en si constituía un desafío al ingenio propio.

Fin.

Lerog -Valparaiso -1976

The Electrical Wire

by Luis Rojo,  translated by Ellen Salazar

In 1973, Luis Rojo and my husband, Jaime Salazar, were in the Chilean Navy.  Along with several hundred others, they were taken prisoner prior to the military coup because of their awareness of and attempts to warn about the upcoming coup given events they or others on their ships witnessed. Jaime was known to his friends then as Jimmy. Luis wrote this piece which I translated and modified from the original Spanish for an English-speaking audience with Jaime providing a few factual additions.  Both Jaime, Luis and many other sailors were trained as electricians, mechanics and other specialists while in military service and were sometimes called upon by their jailors to perform technical tasks while in prison.

Jails in Chile operate differently from those in the United States.  Political prisoners were permitted to own stoves and cookware, receive food and prepare their meals. They were also allowed to use simple tools and machines including small knives, insulated electrical tools, soldering tools, sewing machines, lathes and various saws.  They built their own bunk beds, shelves and tables and accommodated their sparse conditions with the help of family and international agencies like the Red Cross. Political prisoners were kept apart from other inmates making it easier for them to communicate among themselves and organize.

The events described here took place in the jail in Valparaiso, a port city on the Pacific Ocean.  The jail, since converted to a cultural center and museum, took up several city blocks with houses and businesses across the street and adjacent.  Street lights and normal activity were visible below from some parts of the jail. 

After twenty minutes of constant and strenuous uphill walking from the flat city center below, tucked into one of the many hills in Valparaiso, you will come upon a huge rectangular box of a building with cheap white paint.  There is armed vigilance within its high walls, twenty-four hours a day, three hundred and sixty-five days a year and this fact reveals the reason the building came to be in the first place. It would be hard to describe the particular type of architecture but it hardly mattered to those of us who stayed there. There were three floors but no elevator. It was certainly not a hotel, not only because the servants wore dark grey and carried threatening clubs, but also because the “guests” unlike those in a hotel, couldn’t decide when to be left alone nor choose the menu and definitely not the hour of arrival although I should note that the pathetic food was at least free of charge.

The complex took up a large area and included administrative offices, workshops and a theater although I never saw a movie there.  There were cells, several patios, and the traditional soccer field where the “teams” faced off. The principal indoor space was a rectangular area similar to a covered patio where, on either side along the length, were the “private” rooms measuring 6×12.  I say “private” because each had a solid door with a small opening and another small window protected by metal bars.  It had a touch of privacy but not freedom.

At one end of the corridor was a ladder that went up to the second and third floors.  Sometimes people would avoid going down the ladder’s steps and instead opt for the quick way out by throwing themselves and landing onto the concrete below.  I lived in one of the cells on the third floor that were assigned to the political prisoners. At the beginning there were so many of us against the regime, that six of us had to share the cell. Gradually people left and as our jailers said, only the “most committed” remained.

We entered here, a group of sailors, at the end of August 1973. We were being tried for non-completion of military duty and the like.  After the coup, this accusation was converted to attempted sedition. We were transferred from a military prison where we had served in preventive detention and were held captive, deprived of our rights as members of the navy, and also held incommunicado, called to testify at odd hours, subjected to physical torture.

For each of us this bitter experience was completely outside of our expectations. We came from decent families, passed our entry exams, completed our coursework, demonstrated good behavior, served our country. So, it wasn’t easy to accept that this was the place we landed: a jail made for delinquents. The outlook wasn’t very positive. However, we did have the inner peace of knowing that our cause was just and correct, that we guided ourselves by the solemn oath that we took to defend the constitution and the law. 

It was also a surprise to the regular inmates that we arrived there.  We were the first political detainees, detained in a democracy.  The guards looked on us strangely and with distrust but basically, after everything we went through, we became part of the multitude.  In a few days, resignation set in and we integrated ourselves into the sterile internal routine. Though difficult to accept, we concluded that feeling sorry for ourselves did nothing to alleviate the situation. Every conversation went back and forth over the same topics, uncertainty hanging over us.

One day followed another, each a photocopy of the previous except for those when we could share a minute or two with family.  The guards had a regular routine which meant that at 8:30 in the morning the cell doors were loudly opened followed by a deafening series of shouts proclaiming, “New day!”  Later the daily formation on the soccer field for the morning count at 9:00 which usually had to be repeated due to the absence of someone bold who decided to stay who knows where or the mathematical certainty that some of our guards had gone to breakfast. 

Once past this test we could devote ourselves to different activities if and when they could be done inside.  The more common of these were reading, handicrafts, different types of writing, practicing music, chats, chess or some other game which gave us a short while to distract ourselves from our circumstances.  As the hours passed without anything of note, at around five in the afternoon once again we faced the guards and then off to our respective “quarters” which at six o’clock were shut with the same “subtlety” and carried out in inverse order from everything that happened in the morning.

In every cell there was a single light bulb that gave off enough light to allow us to at least read until nine o’clock at which time, rigorously, the electricity and the light was turned off. I never understood why this restriction existed.  Was it for the prison budget? The lack of authority of some lowly bureaucrat? To make our time more miserable?  Whatever the reason, we were destined to live without any light after nine o’clock which obviously impeded carrying out any type of activity unless we lit some candles.  Some inmates even had radios or TVs which were useless without electricity.  The passageways however were lit the whole night from florescent tubes which were lined up along the corridor. Those of us who understood something about electrical wiring were tempted to see how, without causing major alterations, some kind of a clandestine connection might be made. This would let us deal with the restrictive atmosphere and bring light to our dark existence.

First, we located the positive wire that carried energy to the fluorescent tubes and connected ourselves with a cable going over the top of the door which we had to do every day, minutes before the doors were shut.  To avoid the guard’s curiosity, we connected the negative pole to the bars on the window which we knew were firmly attached to the ground thereby creating a closed electrical circuit. This is how we managed to get around the lights-off restriction and not only have a strategically placed light bulb but more importantly a separate outlet for a radio which we kept on a super-low volume.  We blacked out the windows and door slits to avoid detection. It didn’t last long; the precarious invention was too much trouble and lasted only a bit until it we dropped it.

Since that didn’t work, we slowly became more creative. We acquired a thin cable for our project.  We discovered that the cables that connect the fluorescent tubes left a dark shadow on the wall during the night almost at the height of the upper border of the door.  We decided to glue the thin wire on top of the length of the shadow. It was the width of a thread and we snaked it into the cell more camouflaged than the previous one.  It was barely visible unless you looked really closely. Luck was on our side and this lasted longer than before until it was discovered and naturally taken down without warning.  We had to come up with something else.

Some time passed without giving it much thought. One day, walking around, Jimmy, one of the guys in the crew, approached and with his typical and intriguing calmness remarked,

“What do you think of the idea of getting permanent electricity, even for more than one cell?”

“Sounds great, but how?” I asked curiously.

With a slow smile and raising his eyebrows, he responded, “Very simple. You run a wire with electricity over the overhang on the roof.” On the street posts there were also a ton of cables. What is clear is that I had no idea about either wiring or where they came from or where they went.

“What’s the idea?” I was intrigued at the same time to figure out what he was trying to do. And if the offer was certainly tempting, I couldn’t figure out how Jimmy thought he would do it. 

He stopped before taking another step and for a few seconds just looked at me and smiled mischievously.  I responded in kind.

“Are you crazy!  You’re not going to go up there and connect it?”

“Exactly!  That is exactly what I was going to say.”

I looked at him and I told him. “Listen fool.  Are you serious?  But how?  You think the guards are going to just let you go up like nothing?”

“I know it’s a little hard,” he replied, “I can’t do it myself.  You know how this stuff works; you have to do the technical part.”

Shit! This Jimmy! I didn’t know if I should feel overcome for being brought into such a secret plot or send him off to who knows where (obviously that couldn’t be too far under the circumstances). Without a doubt someone had told him what had happened with our brief past achievements and my insistence on the topic. We walked around the field discussing the issue. Unlike the previous instances, this one carried risks. In any case it would be much harder for them to find it, at least that’s what we believed.                       

We agreed that we’d do it as soon as possible because the first part depended only on us.  Jimmy seemed very enthusiastic with all this. I didn’t want to deflate him so I went along as we talked.  One day later after lunch we went to one of the third-floor guards. Jimmy was relaxed and personable and proposed the idea of going up on the roof with me to repair some of the corrugated sheet metal which caused the humidity and roof leaks we experienced in various cells.  Meanwhile I added the occasional comment reinforcing the points that he had made which weren’t actually that far from the truth. So, the idea itself was up to a certain point believable.

You don’t always find volunteers to fix the roof. Not very convinced, although it seemed like he didn’t really care one way or the other, the guard wound up agreeing that we would go talk with the supervisor of the internal guards to check it out.  At least we had achieved something! With permission granted. the remaining explanations were nothing more than a simple transaction. We now needed a guard to volunteer to go outside with us to get a ladder to take us up to the roof. Things were starting to get complicated but fortunately of the four or five guards in the internal unit we found a volunteer.  When he heard Jimmy’s plan and detailed explanation, he went with us to get the ladder. We walked along and Jimmy gave me a slight gesture of approval. Our guide carried a set of keys and opened each door and passageway while mumbling barely intelligible comments mixed with the noise of so many locks and chains.  In short, Jimmy’s power to convince led to our hoped-for result. So, in a short while, heavy ladder held high, we were at the starting-off point in our operation.  The outer wall guards had been notified so they knew that our activities dealt with roof repair and wouldn’t think we were trying to escape.  

Jimmy went out first and before I could follow the guard advanced. I thought, with this extra “helper” we won’t be able to do anything besides fix the roof.  Jimmy had practically disappeared from our view and called out that the whole thing was covered in dirt and bird droppings and this would surely ruin the guard’s “impeccable uniform.”  I was relieved to see that our intrusive guard held back swearing.  Luck was one our side! Adrenaline made me climb the ladder faster than a well-trained fireman.   

We made it to the rooftop!  You can see all of Valparaiso, beautiful view, ocean and horizon together.  After so much time, what a longing to have wings and fly.  But it’s not the time for dreams.  We have to find the famous cable which is nowhere in sight and which we thought would be easy to find. After a few minutes of swearing, there it is at our feet.  I don’t have the slightest idea if it carries electricity.  There is no way to test.  A bit of drama here, nerves and adrenaline pumping every second.  Given the thickness of the cable, it is most likely connected to a high voltage breaker, so I use my insulated tools, connect the loose wire that Jimmy had seen from below which was already there on the roof. I avoid the ends, avoid getting fried- not without difficulty- but the operation is completed, everything is insulated and one last revision.  It seems like all is good.  Our “patient” now has an insert which extends in the opposite direction and splits into two of the previously determined windows. We also patched the roof and walked around a bit over the wounded roof area. At least this gave some credibility to the story we told the guards on the wall who once in a while give us a glance and then we finished up.

It was almost five in the afternoon.  We said goodbye to the view and descended.  Returning the ladder was a less complicated operation than getting it.  We walked around the soccer field looking relaxed and nothing happens.  It is like every day where we are locked in our individual cells.  Now we just have to wait until nine o’clock at night.  I try to forget the previous hours as I lose myself in my readings and writings but of course, only until night comes.  Because along with the lights in the cells going off, all the lights in the entire place go off.  The jail is completely dark, no light anywhere! The lights on the streets outside appear to shine more brightly than usual.  We’re worse off than before!  Down below we hear voices, steps, running from one side to the other, swearing, minute after minute it remains dark. 

All of a sudden, a weak voice coming from another cell.  It’s Jimmy.  I approach the door.  My name is quietly called to get my attention. 

“What’s going on?” I asked in a half voice.

“I have no idea,” came the reply.

I have a strong suspicion that all this couldn’t be a coincidence as I go back mentally from the first part of the operation.  I don’t understand.  The only reasonable explanation is that the insulation wasn’t enough and since the cable and the insert were under the sheet metal, they had contacted and given the high voltage, which no doubt went through the cable, left everything grounded after the strong jolt that it must have produced.               

I prefer not to think of this possibility, but how?  I am sure that I did everything right.  It would be better to lay down and think that it must be something else.  Besides it was completely dark.  We’ll see another day.  Our audaciousness was way out there this time, I thought.  It was hard to think that, of all the guards, at least one would have to reach the conclusion that we had something to do with this.  After all, the coincidence was in plain sight.           

I woke to the usual sound of footsteps.  My mind can only focus on the damned cable.  Now I wonder, what should be done? For the moment no one suspects me or Jimmy and through signals we decide not to be around each other.  I figure they will call us at any moment. Fortunately, this doesn’t happen.  It is almost 10 in the morning.  Just to do something I decide to talk with Gonzalez, one of our group. I paced from one side to another.

I heard that the jailors asked for his help to at least come up with a possible theory about the blackout which is still going on. Gonzalez was trained as an electrician in the navy and worked in that capacity while in jail. I am more schooled in electronics.  The jail’s official electrician is going crazy.  He can’t figure it out. 

“Gonzalez!”  I approach him and tell him the story of what happened yesterday. From his expression I realize that this has not made him happy.  In any case he advises me to check out my theory to eliminate any doubt. 

“No!  Now it would be really hard.  With all this going on and us asking for permission to fix the roof!  Again!  Shit!” 

Now we’re stuck in this and we’ll try to get out of it somehow.  I meet up with Jimmy and explain my concerns.  He doesn’t understand all the terms I use to explain the possible mistake but he agrees to try again.  Fortunately, and from the experience of the day before, in a short while we’re heading up the ladder again to the roof.

Oddly the guards had no questions and believed us when we said we hadn’t finished yesterday.  Once again with our shabby tools we’re walking on the roof.  No time to enjoy the view; only one thing to do.  Standing inches from the “crime scene” I realize, as suspected, that our operation, better said, my intervention was pretty unprofessional. Wires from the main cable made contact with the sheet metal with markings that have me conclude, without a doubt, the blackout started here. 

“Jimmy, let’s remove everything and get out of here.”

“Don’t be stupid,” he shot back.  “Put the whole roll of insulation tape on it, after all that’s the only problem.”

I had no alterative given his diplomatic insistence.  Now more relaxed, we walked around a few times over the crunchy and not very stable surface to finish up.  We came down without any problem and of course, trying to maintain a completely serious look about “repairing the roof”.

In previous conversations with Gonzalez, we analyzed what the different causes of this mess might be and agreed what was the most likely. That’s what it turned out to be.  I gave Gonzalez a sign so he could come up with some kind of reasonably believable way to explain the situation without raising suspicions about how we had actually solved the blackout problem.  Jimmy and I separated after putting the ladder back in its place and as soon as I could, I sent a signal to Gonzales who was waiting to hear from me and carried on with his usual seriousness. He then suggested to the jail’s electrician that he try the master breaker switch on the main panel. 

Everything perfect!  Lights back on. All the praise and thank you’s directed to Gonzalez and none of us said a word.            

With respect to our clandestine little cable, I should mention that it was little by little stretched through corners, holes in the wall, bars, always well disguised, until it reached an unknown number of cells on the third floor so that by the end there were hardly any that were without electricity after nine o’clock at night.  For years after it did its job.

Finally, shortly before some of us were freed, in the most violent ransack by the guards that we ever experienced, we returned to our cells to find the cable gone along with an unknown quantity of our personal belongings.  There was no explanation and no questions. But part of it remained in the other cells for the political prisoners who stayed on, including Jimmy.  When Jimmy and the other few were finally released, it was still working.

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